Estos roscos, llamados roscos de San Antón, son típicos de Alcalá la Real, Jaén. Tradicionalmente, se servían para festejar a San Antonio, patrón de los animales, el 17 de enero. Sin embargo, hoy en día, es común encontrarlos en cualquier época del año. ¿La razón? ¡Están buenísimos! Hacer estos roscos en casa es un proceso sin complicaciones. Simplemente, mezcla manteca y azúcar, añade huevo, yemas, ralladura de limón, anís, canela y harina. Luego, forma los roscos, aplica clara de huevo y azúcar, y hornea a 180 grados durante unos 20 minutos. Después, deja enfriar sobre una rejilla y listos. Hemos descubierto la receta en el canal de YouTube "Cocinando entre Olivos" y nos ha encantado. A continuación, toma nota del paso a paso que te compartimos y déjate sorprender por estas delicias dulces. Roscos de San Antón Para 4 personas Ingredientes 250 g de manteca de cerdo 125 g de azúcar 100 ml de anís dulce 3 huevos (1 huevo y 2 yemas para la mesa, 2 claras para rebozar) Ralladura de 1 limón 1 cucharadita de canela molida 500 g de harina de trigo de uso común Azúcar Paso a paso Mezcla la manteca y el azúcar Comienza mezclando la manteca a temperatura ambiente con el azúcar. Después, agrega un huevo entero y dos yemas de huevo, junto con la ralladura de limón. También incorpora el anís, la canela molida y la harina. Utiliza cualquier otro utensilio para mezclar todo hasta obtener una masa bien integrada. Luego, saca la mezcla y finaliza amasando un poco con las manos. Trabaja la masa Para manejar la masa de manera más sencilla, divídela en dos partes. Coloca un trozo entre dos papeles de horno y estira con un rodillo. Si planeas cocinar los roscos de manera inmediata, es recomendable refrigerar la masa por un tiempo. Utiliza un cortador redondo para dar forma al roscón y otro más pequeño para hacer el agujero. Coloca los roscos en una bandeja de horno. Pincela con clara de huevo Moja o pincela cada roscón con clara de huevo; puedes mojar una cara en la clara y luego pasarla por azúcar. Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo. Hornea entre 18 y 20 minutos, o hasta que adquieran un tono dorado. Deja enfriar sobre una rejilla Una vez que los roscos estén listos y dorados, retíralos del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla. Cuando estén completamente fríos, disfrútalos. Te sorprenderá lo versátiles que son. Se pueden disfrutar en cualquier momento del día: como postre, desayuno, merienda o simplemente para acompañar tu café o té. ¡La elección es tuya!