Cómo congelar bizcochos (y otros dulces caseros)

¿Te encuentras con excedente de dulces después de una celebración? Te presentamos la solución ideal. Descubre cómo congelarlos siguiendo estos pasos simples

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Bizcocho helado de chocolate

Después de una sobremesa en compañía de amigos o familia, a menudo nos encontramos con un excedente de dulces. Ante la pregunta de cómo abordar esta situación, se despliegan dos alternativas.

Es posible compartir los postres restantes entre los invitados, o incluso mejor, optar por congelarlos y así tener la oportunidad de saborearlos nuevamente en un futuro. ¿Cuál eliges tú?

Si decides tomar la vía de la segunda alternativa, es decir, congelar los dulces, es importante tener en cuenta que cuando se realiza de manera adecuada, estos conservarán íntegros sus sabores y texturas.

Cómo congelar bizcochos y dulces

A continuación, te proporcionamos los pasos a seguir en el proceso de congelación, abarcando desde bizcochos hasta una variedad de otras delicias dulces.

1. Espera a que se enfríe el bizcocho

Un aspecto crucial es evitar introducirlos en el congelador mientras aún estén calientes, ya que esto podría resultar un cambio drástico de temperatura que afectaría directamente su estructura y calidad.

En lugar de ello, es recomendable esperar hasta que se enfríen por completo. Este paso simple, pero esencial, contribuirá en gran medida a preservar su textura y el sabor al momento de descongelarlos y disfrutarlos en el futuro.

2. Envuelve los dulces con film

Envolviendo con film la bola

Otra etapa fundamental en el proceso de congelación de dulces implica la manera en que envolvemos nuestros bizcochos antes de llevarlos al congelador.

Reducir al mínimo la presencia de aire entre el bizcocho y el envoltorio es esencial, por lo que es recomendable aplicar con cuidado una capa de film transparente de cocina. Posteriormente, introducirlo en un recipiente hermético y asegurarnos de sellarlo de manera efectiva garantizará un óptimo resultado.

Además, te recomendamos considerar de antemano si planeas consumir el dulce en su totalidad o en porciones, ya que una vez descongelado, no es posible volver a congelarlo.

Tienes la opción de congelar los bizcochos o tartas en su forma completa o en porciones más pequeñas. Lo más adecuado es adaptar esta decisión según tus preferencias futuras de consumo, evitando cualquier desperdicio innecesario.

3. Descongela el bizcocho a temperatura ambiente

En este proceso, es igualmente esencial congelar de manera correcta que llevar a cabo una descongelación adecuada. Lo ideal es dejar que se descongelen a temperatura ambiente, permitiendo que de manera gradual recuperen su estado original y pierdan la humedad que se acumula durante la congelación.

Es importante evitar apresurar este proceso utilizando el horno o el microondas, ya que someterlos a un calor intenso podría comprometer su textura y calidad.

¿Qué se puede congelar y que no?

Bizcocho helado de chocolate

A pesar de la amplia gama de opciones de dulces que pueden ser congelados con éxito, es importante tener en mente que no todos los tipos de dulces son apropiados para este proceso.

Resulta factible congelar sin problemas masas como la quebrada o la brisa, así como postres como brazos de gitano rellenos o láminas de bizcocho. También entran en esta categoría las galletas, magdalenas, bizcochos y las creaciones rellenas de mermelada o chocolate.

Sin embargo, no es recomendable congelar postres que incluyan gelatina, merengue o crema pastelera, ya que su textura sufriría al descongelarse. En el caso de la nata montada, la situación es similar, ya que aunque pueda experimentar cierta pérdida de firmeza, es viable congelarla una vez montada para luego emplearla en tartas o como cobertura.