Conseguir un caldo consistente y con un sabor profundo, cargado de matices no es tarea sencilla. Sin embargo, son muchos los platos que parten de esta elaboración y gracias a ellas están infinitamente más ricas. De todos los caldos que podemos preparar, el caldo gallego es quizá uno de los más sabrosos que hay, por eso, queremos que aprendas a hacerlo. Y es que, recetas gallegas hay muchas ( la empanada gallega y el pulpo a feira puede que sean las más famosas) pero ninguna sienta tan bien en plena época de lluvias y frío como el caldo. Es que de eso, en el Norte de la Península saben un rato. Por cierto, uno de los ingredientes indispensables para hacer caldo gallego y otras muchas de sus recetas, es el unto . ¿Lo conocías? Caldo gallego receta de la abuela Para 4 personas Ingredientes 150 gramos de alubias (en seco) 200 gramos de unto 2 puntas de jamón serrano 1 chorizo 1 kilo de patatas 1 manojo de grelos Agua Sal Paso a paso Cuece las alubias Pon a remojo las alubias el día anterior. Colócalas, ya hidratadas, en una olla con el unto las puntas de jamón y cúbrelas con el agua. Cuece 15 minutos y corrige el punto de sal. Desgrasa el caldo Continúa cociendo unos 30 minutos más aproximadamente mientras retiras la grasa que flota en la superficie. Extrae el unto del caldo y agrega el chorizo. Agrega las patatas Chasca las patatas en trozos. Ponlas en la olla y agrega también las hojas de los grelos bien lavadas. Cocina media hora más y sirve caliente. Trucos para hacer caldo gallego Ten en cuenta estos dos trucos antes de ponerte a hacer tu caldo gallego: Para que el caldo tenga una mayor consistencia hay que cortar las patatas chascándolas. Esto hace que suelten más almidón que si solo las cortáramos. Para ello, haz primero un corte hasta el medio del trozo que quieras cortar y luego termina de desprenderlo haciendo un movimiento hacia arriba con el cuchillo. El segundo truco es que solo hay que usar las hojas de los grelos, los tallos se desechan. El unto no es tocino ni manteca aunque tengan un aspecto parecido. El unto es la parte grasa que recubre el intestino del cerdo y es responsable de ese sabor tan característico del caldo gallego.