Desde que probé el pollo Katsu Japonés, lo cocino cada semana (con su rebozado extracrujiente de panko, no paran de pedírmelo)

Descubre el Pollo Katsu, una receta fácil y deliciosa de la abuela japonesa. La convertirás rápidamente en parte de tu menú semanal.

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Pollo Katsu japonés
Istock
4 personas
30 min

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Temporada:

Todo el año

Técnica:

Fritura

Tipo Plato:

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Baja

Si te gusta la comida japonesa y quieres preparar algo rico en casa, el Pollo Katsu es una gran opción. Es parecido al tonkatsu, que se hace con cerdo, pero en este caso usamos pollo. La carne se empana y se fríe hasta quedar dorada y crujiente. Es una receta sencilla y deliciosa, perfecta para acompañar con arroz y una salsa japonesa como teriyaki, tonkatsu o curry japonés.

Esta receta tiene una historia interesante, ya que mezcla influencias de Japón y Europa. Surgió en la era Meiji (finales del siglo XIX y principios del XX), cuando Japón empezó a incorporar técnicas de cocina de otros países, como Francia y Alemania. Se cree que el tonkatsu fue inspirado por platos como el Schnitzel de Austria y la cotoletta alla milanese de Italia (chuleta a la milanesa).

Hoy en día, el Pollo Katsu es muy popular en Japón y en otros países. Se puede comer de varias formas: con arroz, bañado en curry japonés, e incluso dentro de un sándwich. Su combinación de rebozado crujiente por fuera y carne jugosa por dentro lo hace un plato irresistible.

Lo mejor de esta receta es que es muy fácil de hacer. Su textura crujiente se debe al panko, un pan rallado japonés que lo hace más aireado y ligero. Si no tienes panko, puedes usar pan rallado normal, aunque quedará un poco diferente. ¿Te gustaría prepararlo en casa? A continuación, te mostramos la receta con todos los ingredientes y pasos. ¡No te lo pierdas!

Ingredientes paraDesde que probé el pollo Katsu Japonés, lo cocino cada semana (con su rebozado extracrujiente de panko, no paran de pedírmelo)

  • 1 pechuga de pollo
  • 1 huevo
  • Harina (cantidad suficiente para empanar)
  • Panko (o pan rallado)
  • Aceite de girasol (para freír)
  • Sal y pimienta al gusto

1. Prepara la pechuga de pollo

Envuelve la pechuga de pollo en papel film para protegerla y evitar que se rompa mientras la aplanas. Colócala sobre una tabla de cocina y, con una maza de cocina, dale golpes suaves y firmes hasta que la carne quede más delgada y uniforme en grosor. Si no tienes una maza, puedes usar un rodillo de madera o incluso el dorso de una sartén pequeña para obtener el mismo efecto. Este paso es importante porque permite que el pollo quede más tierno.

2. Corta y salpimienta

Una vez que hayas aplanado la pechuga, retira con cuidado el papel film y colócala nuevamente sobre la tabla de cortar. Con un cuchillo bien afilado, divide la pechuga en tres trozos grandes y de tamaño similar. Después de cortar el pollo, es momento de sazonarlo. Espolvorea sal y pimienta negra molida por ambos lados de cada pieza, masajeando ligeramente la carne para que los condimentos se adhieran mejor. Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir otras especias como ajo en polvo o un poco de jengibre rallado

3. Prepara los recipientes para empanar

Prepara tres platos o recipientes para organizar los ingredientes. En el primero, coloca harina suficiente para cubrir bien los trozos de pollo. En el segundo, bate un huevo con un tenedor hasta que la yema y la clara se mezclen por completo; si lo deseas, añade una pizca de sal para potenciar el sabor. En el tercero, coloca el pan rallado o panko, ideal para lograr un empanado más crujiente.

4. Empana el pollo

Pasa cada trozo de pollo primero por la harina, asegurándote de cubrir toda la superficie y sacudiendo el exceso. Luego, sumérgelo en el huevo batido, impregnándolo bien por ambos lados. Finalmente, pásalo por el pan rallado, presionando suavemente con las manos para que se adhiera mejor. Repite el proceso con todos los trozos y colócalos en un plato limpio. Para un empanado más grueso y crujiente, puedes repetir el paso del huevo y el pan rallado antes de freír.

5. Fríe y sirve

Calienta abundante aceite de girasol en una freidora a 170º o en una sartén a fuego medio-alto. Fríe los trozos de pollo hasta que estén bien dorados y crujientes. Luego, colócalos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite. Sírvelos acompañados con arroz blanco y la salsa japonesa que prefieras.

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