Conservar alimentos de un día para otro es uno de los principales hábitos que llevamos a cabo para evitar el desperdicio alimentario. Según el último informe ofrecido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español desecha de media 25,31 kilos de alimentos al año. En total, solo en 2022 se desperdiciaron 1,17 millones de toneladas de comida en España. Por este motivo, almacenar un filete de pollo o un plato de pasta ayuda a luchar contra el problema a nivel global. Sin embargo, los expertos han alertado sobre la forma correcta de hacerlo ya que la mayoría de los alimentos se conservan en papel de aluminio.
El papel de aluminio puede favorecer a la proliferación de virus y bacterias
A la hora de guardar las sobras de la comida o de la cena, la mayoría utiliza papel aluminio. Sin embargo, esta no es la mejor opción según los expertos ya que puede suponer un riesgo de intoxicación alimentaria grave. El doctor Zacharay Cartwight, experto en alimentos, asegura que este papel aumenta el riesgo de infección por bacterias. Lo cierto es que, por muy bien que se envuelva una porción de comida en papel de aluminio, siempre va a estar en contacto con el aire. “No puede crear un sello completamente hermético porque no es adhesivo”, señala en ‘Southern Living’. A diferencia de este, los tuppers y las bolsas de plástico evitan que el aire y el oxígeno lleguen a los alimentos mediante sus cierres herméticos o sellados con pegamento.
Es por este motivo que Cartwight recomienda opciones de plástico o vidrio y con tapa. Otro de los motivos por los que el experto rechaza el papel de aluminio para almacenar alimentos es porque “no se adapta perfectamente a las superficies”. En esta misma línea, Primrose Freestone, profesora titular de microbiología clínica en la Universidad de Leicester (Inglaterra), también insta a utilizar siempre recipientes herméticos para guardar las sobras. Otra de las ventajas más allá de evitar intoxicaciones alimentarias es que los productos se conservarán durante más tiempo en perfecto estado. Sin embargo, los alimentos tienden a estropearse en solo dos días si se conservan a la intemperie por norma general.
Los restos de comida también deben conservarse a una temperatura específica
El propio Cartwight también ha recalcado la importancia de almacenar los restos de comida en una temperatura adecuada. Según sus estudios, la nevera debe situarse entre unos 3ºC y 5ºC. Aun así, no es suficiente para detener el crecimiento de bacterias peligrosas a largo plazo. En caso de que se vayan a consumir los alimentos en varios días, el experto recomienda congelarlos. “Puede ser una mejor opción”, explica en el citado medio. Además, asegura que los alimentos ya descongelados no deben volver a congelarse ya que puede afectar a su composición y calidad de estos. El experto ofrece otro consejo clave que nos puede ayudar a mantener los alimentos en buen estado.
Cartwight recomienda etiquetar el envasado para llevar un seguimiento de las fechas de vencimiento y evitar tanto el desperdicio de alimentos como la intoxicación con los que se encuentren en mal estado. El experto en alimentos también aconseja utilizar separadores de frigorífico para dividirlo en secciones. En la parte superior podemos colocar los alimentos más recientes y en la inferior aquellos que tienen más tiempo para consumirlos por orden de vencimiento. Lo mismo ocurre con cada uno de los estantes donde los más antiguos deben colocarse al principio y los más nuevos al final. De esta forma, siempre se comerán primero aquellos alimentos que van a caducar antes y evitamos que algo se conserve en mal estado al fondo de la nevera. También el hecho de separar la comida por secciones es clave para evitar la contaminación cruzada. Siempre hay que colocar los alimentos frescos alejados de los cocinados.
Consejos para congelar y descongelar la comida de forma segura
Los expertos en seguridad alimentaria recomiendan descongelar la comida de la forma más rápida y uniforme posible para evitar la proliferación de bacterias. Uno de los aspectos más importantes para tener en cuenta es que si congelamos alimentos ya contaminados, estos se van a conservar “con todo lo que contienen”. Según el Instituto de Ciencias Clínicas y Traslacionales de la Universidad de Florida, “aunque la congelación no mata a la mayoría de las bacterias, impide que proliferen”. Por lo general, los métodos más efectivos para descongelar alimentos son a través del agua fría, el frigorífico o en el microondas. No obstante, todo lo que se descongele con agua o en microondas debe cocinarse inmediatamente. Los expertos aseguran que descongelar los alimentos a temperatura ambientes es un grave error.