Kate Winslet

La heroína de 'Titanic' la encaminó hacia papeles de gran tirón comercial sin embargo este no era el objetivo de Kate Winslet. Así que se plantó, dijo 'no' a roles de chica mona y se especializó en mujeres de armas tomar. Retos, todos ellos, que saldó con buenísima nota hasta que obtuvo un Oscar por su magistral actuación en 'El lector'.

Tradición familiar e inicios profesionales

Kate Elizabeth Winslet nació el 5 de octubre del 75 en Reading, Inglaterra. La pasión por la interpretación le viene de herencia. Sus abuelos dirigían el Reading Repertory Theatre; sus padres, Roger y Sally, se dedicaban al teatro, y sus hermanas Anna y Beth también eran actrices. Tanto amor familiar por la escena caló en ella y a los 11 años comenzó a estudiar interpretación en el Redroofs Theatre School. Solo un año más tarde, ya aparecía en un anuncio de televisión.

Profesionalmente, empezó a trabajar como actriz en 1991, en la serie 'Dark Season'. Luego, participaría en el telefilme 'Anglo-Saxon Attitudes' y en las series 'Get Back' y 'Casualty'. Pero su gran oportunidad llegó cuando solo tenía 17 años. Peter Jackson le ofreció el papel de la adolescente obsesiva de 'Criaturas celestiales' y la crítica destacó su brillante interpretación.

Tras aquella película llegó 'Sentido y Sensibilidad', cinta que le empezó a reportar premios y nominaciones a los Oscar, y en la que conoció a Emma Thompson, que se convirtió en una auténtica guía para Kate. 'Jude' y la Ofelia de 'Hamlet', de Kenneth Branagh, solo hicieron que alimentar su imagen de joven actriz capaz de hacer los papeles femeninos más arriesgados.

Su gran éxito, 'Titanic', y su tragedia personal

Y en 1997, el director James Cameron se fijó en ella y le ofreció el guión de 'Titanic'. Kate no estaba segura de aceptar el papel, pues sus ojos estaban puestos en el cine independiente, pero Emma Thompson le dijo que no podía decir que no. Aceptó y fue todo un éxito que tristemente no pudo vivir con entusiasmo. Y es que el que fue su pareja durante cuatro años y de quien ya estaba separada, el actor Stephen Trede, sufría un cáncer de huesos y su estado se agravaba. Finalmente, Kate no pudo asistir al preestreno de la película en Los Ángeles porque Stephen, con 34 años, murió y ella decidió marcharse para poder asistir a su entierro.

El éxito de 'Titanic' era imparable y le reportó una nueva nominación a los Oscar. Más tarde vendrían otras, como las que recibió, entre otras, por 'Iris' y 'Olvídate de mí', convirtiéndose en la actriz más joven con más nominaciones hasta el momento. Tras rodar con Cameron le llovieron las ofertas pero rechazó muchos papeles. Se dice que entre ellos estaban las protagonistas de 'Shakespeare in love' y 'Ana y el rey'. Y que prefirió 'Hideous Kinky', 'Holy Smoke' y 'Quills'.

Matrimonios y maternidad

En 'Hideous Kinky' conoció al que sería su primer marido, Jim Threapleton, que era asistente del director. Se casaron en 1998 y se divorciaron tres años más tarde. De aquella relación nació su hija, Mia Honey Threapleton, a quien Kate daría un hermano más adelante. Joe Alfie Winslet-Mendes nació en el 2003, el mismo año en que Kate se casó con el director Sam Mendes. La pareja se separó de forma amistosa en marzo del 2010 y Kate comenzó a salir con el modelo británico Louis Dowler y más tarde con Ned Rock'nRoll, el sobrino del magnate Richard Branson. Con Ned se casó en una ceremonia secreta en Nueva York en diciembre del 2012. Tan privado fue el evento que solo tuvieron doce invitados, uno de ellos, Leo DiCaprio, gran amigo de Kate y quien la llevó al altar.

Desde que rodaron 'Titanic', Leo y Kate se hicieron inseparables, tanto es así, que Kate, en su discurso de agradecimiento por el Globo de Oro que recibió por 'Revolutionary Road', película que protagonizaba de nuevo junto a DiCaprio, dijo: "Quiero darles las gracias a dos de los hombres más importantes para mí. A Leonardo, que lo amo... Leo, no tienes ni la menor idea de cuánto te quiero y cuánto te he querido durante estos trece años. Tu actuación es simplemente excelente. Y a ti, Sam, te amo, mi amor. Gracias por tu apoyo".

Aquel Globo de Oro sería uno de los dos que ganaría en la misma noche. Todo un hito. El otro fue por 'El lector', película por la que finalmente también se llevaría un Oscar de Hollywood.

Una belleza nada convencional

Una de las grandes bazas de Kate, a parte de su gran don interpretativo, siempre fue que se alejaba de los cánones de belleza imperantes. Lucía curvas y aquella naturalidad la hacía aun más bella. Sin embargo, no siempre se gustó. De pequeña, sus problemas de sobrepeso hicieron que los niños la llamaran 'bubbler' (ballena) y a los 18 años llegó a perder 30 kilos volviéndose anoréxica. Kate lo recordaba así en una entrevista: "La mayoría de las mujeres pasan tarde o temprano por una fase de desconcierto o inseguridad respecto a su figura. A todas nos gusta estar guapas. Yo lo pasé mal con mi peso. De adolescente no podía controlarlo. Engordaba y adelgazaba constantemente, aunque no comiera en exceso. La prensa se cebó en mí. Se pasaron de mezquinos. Lo bueno es que ya no me hacen daño. Me tiene sin cuidado lo que puedan decir de mi silueta".

Kate conseguiría no solo aceptarse sino hacer de su cuerpo poco escuálido, una imagen muy sensual. Tan sensual que incluso sufrió censura en China, cuando, al ser reeditada 'Titanic' en 3D, la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión del país, ordenó dar tijeretazo a la escena en que Kate aparecía posando desnuda ante un Leo que la retrataba en lienzo.

Pero lo cierto es que su silueta ha ido mejorando día a día y hoy luce una imagen espléndida que, según ella, consigue con solo 20 minutos de pilates al día. La actriz siempre se ha declarado enemiga de la belleza conseguida a base de bisturí: "No quiero congelar la expresión de mi cara. Va contra mi moral, contra la forma en la que mis padres me criaron y contra lo que considero belleza natural". Y ha llegado a crear la Liga británica contra la cirugía, en la que ha enrolado a otras actrices como su amiga Emma Thompson o Rachel Weisz. Kate es embajadora de Lancôme y tiene en el maquillaje natural uno de sus secretos de belleza.

Después de aquellos premios que la consagraban como una de las mejores actrices del momento, llegarían más películas de gran éxito como 'Contagio',  'Carnage', 'Un dios salvaje' o 'Labor Day', y una incursión en televisión protagonizando la miniserie de la HBO 'Mildred Pierce', en la que da vida a una mujer abandonada por su marido y con dos hijas, que debe salir adelante en mitad de una terrible crisis económica. Su trabajo en el biopic 'Steve Jobs' podría suponerle una nueva nominación al Oscar. Incluso la reina Isabel de Inglaterra ha reconocido su espléndida trayectoria otorgándole la medalla del Comandante del Imperio Británico, una de las más importantes del Reino Unido.

Hoy, Kate, sigue escogiendo los guiones más comprometidos pero sobre todo, sigue dedicada a su familia en la mansión del siglo XV que compró con su actual marido por dos millones y medio de euros en West Sussex, en el sur de Inglaterra.