Llamémoslos adictos a las bodas, al amor o dar el ‘sí quiero’ a la mínima de cambio. Existe una clase de famosos que no entienden la vida si su estado civil no es casado, que enganchan matrimonio con matrimonio y que, mínimo, han pasado por el altar en 3 ocasiones. Situando aquí el baremo para encontrar a las ‘celebs’ más requetecasadas de Hollywood, nos hemos encontrado un buen número de ellas que parecen sentir una necesidad imperiosa a declararse y comprometerse a la mínima de cambio. Los hay como Elizabeth Taylor, que se casó hasta en 8 ocasiones y aún ostenta el título de la estrella más enamoradiza de todas. Pero no penséis, ni mucho menos, que es la única, le siguen de cerca Billy Bob Thorton o Liza Minnelli, capaces de leer sus votos de compromiso con absoluta convicción cada vez que han encaminado sus pasos hasta el altar. Porque una cosa la tenemos clara, ellos siempre parecen creer que esa es la ‘definitiva’ y jamás le cierran las puertas al amor. ¡Qué maravilla de optimismo!
También las hay que no tienen sus ideas nada de claras, como Kim Kardashian, que uno de sus matrimonios tan solo duró 72 días, para después arrepentirse de lo que había hecho y pedir el divorcio de su entonces marido. También nos encontramos los clásicos 'perros del hortelano', que ni comen, ni dejan comer. Esas que se divorcian, para, al poco tiempo, darse cuenta del error que habían cometido y, ni cortas ni perezosas, vuelven a casarse. ¿Quién entiende a las estrellas? Nosotros, cada día menos.