República Dominicana está conmocionada tras hallar 14 esqueletos humanos en una embarcación cerca de la costa de Río San Juan, en la provincia María Trinidad Sánchez. Los cuerpos han aparecido junto a varios documentos de identidad, mochilas y teléfonos que ya investigan las autoridades.
Insólito hallazgo
Tal y como han señalado las autoridades dominicanas, fue un pescador de la zona quien encontró la embarcación a 10 millas náuticas de la costa. Poco después, los agentes llegaban a la zona. Según medios locales, los restos óseos no viajaban solos en la embarcación. Junto a ellos se han incautado varias mochilas y enseres personales. Una de ellas contenía 12 paquetes de estupefacientes que custodia la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). Las autoridades competentes investigan ya el compuesto de las sustancias halladas y el motivo por el que viajaban junto a estas personas. El juez todavía no ha procedido al levantamiento de los cadáveres ya que primero deben ser fumigados para evitar riesgos sanitarios.
Tras ser desinfectados, los restos óseos serán trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para su identificación. Aun así, la Armada Dominicana y Defensa Civil sospechan que los restos óseos pertenecen a individuos de nacionalidad senegalesa y mauritana. Entre los enseres personales hallados junto a los cuerpos existen varios documentos de identidad. Si los cuerpos encontrados corresponden con los documentos, algunos de ellos serían jóvenes de entre 24 y 33 años. “Tras la localización de una embarcación de origen y fabricación desconocida en la costa de Río San Juan (norte), se encontraron a bordo 14 osamentas con identidades de origen senegalés y mauritano”, señala la Armada Dominicana en un comunicado de prensa.
La peligrosa y mortal ruta migratoria del Canal de la Mona
No es la primera vez que varios migrantes se embarcan en una peligrosa travesía para llegar a Puerto Rico. En busca de una vida más próspera, se aventuran en una arriesgada ruta migratoria que atraviesa el Canal de la Mona para llegar de República Dominicana a Puerto Rico. Según la prensa local, las autoridades sospechan que la precaria embarcación pudo desviarse por la corriente. En este supuesto, los hombres habrían quedado a la deriva en medio del mar sin provisiones para sobrevivir. Situación que los habría llevado a morir. Aun así, se desconocen las causas oficiales de la muerte de las personas que viajaban a bordo de la embarcación recientemente localizada. La Armada Dominicana ha señalado que “continuará con la investigación de este hallazgo en colaboración con el Ministerio Público para determinar las causas y el origen de esta tragedia marítima de procedencia extranjera”.
Según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), a finales de julio cuatro personas murieron ahogadas mientras se dirigían a Puerto Rico en una embarcación clandestina. Una de las victimas era menor de edad. En San Pedro de Macorís (República Dominicana), la Armada rescató a 43 personas después de un naufragio que tenía lugar a 7 millas náuticas de Guayacanes. En esta misma línea, la Guardia Costera Estadounidense repatriaba el pasado viernes a más de 90 migrantes a República Dominicana tras ser interceptados en el Canal de la Mona. La mayoría de los extranjeros procedían del país caribeño y cinco de ellos eran de Haití. El comandante de respuesta del Sector San Juan, Matthew Romano, ha manifestado lo arriesgadas que son estas travesías en plena mar.
“Estos viajes amenazan continuamente las vidas de los migrantes que viajan en embarcaciones improvisadas no aptas para navegar y extremadamente sobrecargadas para transitar por el Canal de la Mona”, sostiene Romano. Pese al alto índice de mortalidad que presenta, el Canal de la Mona continúa siendo una de las principales rutas migratorias utilizadas entre dominicanos y haitianos para viajar de República Dominicana a Puerto Rico. El oficial de asuntos públicos del sector San Juan de la Guardia Costera de Estados Unidos, Ricardo Castrodad, también ha incidido en el diario ‘DW’ en los riesgos de estos viajes. "Estos viajes son sumamente peligrosos: se hacen en embarcaciones caseras, que llaman ‘yolas', parecidas a las que utilizan los pescadores, hechas a mano, a la ligera, sin control de calidad, sin acabados. Desde que se ponen en marcha, hacen agua. Están hechas de madera, con clavos y un poquito de fibra de vidrio. Cuando llegan a la orilla, quedan abandonadas y el mar las acaba destruyendo”, sostiene. Además de los cuerpos sin vida de migrantes que han sido localizados, cada año desparecen más de un millar de personas en el mar como consecuencia de estos peligros viajes.