La Guardia Civil ha puesto fin a los trabajos de explotación que sufría un hombre que dedicaba su vida una familia de feriantes en condiciones de esclavitud y contra su voluntad durante 17 años. Las autoridades han detenido a cuatro miembros del clan familiar que nunca pagaron al hombre. Además, le habían retenido su documentación y solo le permitían ducharse con una manguera y hacer sus necesidades en la calle.
La familia del hombre había denunciado en 2009 su desaparición
Las autoridades buscaban desde hace años a este hombre cuya desaparición denunció su familia hace más de una década. Sus allegados aseguraron que habían perdido el contacto con él y que, además, tenía varios problemas económicos y médicos. Desde entonces, su paradero ha sido toda una incógnita hasta que la Benemérita lo ha localizado junto a una familia de Caparroso (Navarra). Al parecer, el hombre ha estado todo este tiempo viajando con los feriantes y trabajando para ellos sin recibir ni un solo euro a cambio. Sin embargo, si que cobraba una serie de ayudas como la prensión, la prestación por desempleo y la declaración de la renta. La familia que lo ha sometido desde hace años en circunstancias de esclavitud se hacía con estos ingresos y, de hecho, él desconocía que cada mes recibía tales cantidades.
Según las investigaciones, el hombre logró ponerse en contacto con su hija a la que aseguró que quería marcharse para comenzar una nueva vida junto a ella ya que vivía “como un esclavo”. Esta toma de contacto ha sido clave para localizar al hombre. Según han esclarecido los agentes, el grupo de feriantes obligaba al hombre a despertarse media hora antes que el resto para encender la lumbre, doblar la ropa, poner lavadoras y realizar otras tareas de limpieza.
Además, se encargaba de la supervisión de las atracciones cuando tenían que desplazarse a otras zonas de España. Su limpieza y mantenimiento también era labor de este hombre. Al parecer, tampoco tenía tiempo libre ni horarios para comer o cenar. Además, debía hacerlo separado del resto. Los miembros de la familia detenida tienen también una vivienda en Portugal que visitaban con frecuencia. En este caso, el hombre dormía en el garaje sobre un colchón. Tampoco tenía acceso al teléfono ni permiso para salir solo de la residencia sin supervisión ni compañía. Las autoridades ya están investigando a los detenidos por trata de seres humanos con fines de explotación laboral. Por el momento, ha trascendido más información sobre los acusados.