Máxima preocupación por una invasión de medusas 'huevo frito' en las costas del Mediterráneo

La conocida medusa por su similitud con un huevo frito ha migrado en colonias a las aguas más cálidas de España.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Medusa huevo frito
CANVA

Tal y como auguraron hace pocos meses los expertos, una oleada de medusas ‘huevo frito’ ha llegado a las costas españolas. Las playas de Murcia ya se han convertido en un hervidero de estos invertebrados marinos y las imágenes que han dejado a su paso son muy preocupantes.

Plaga de medusas ‘huevo frito’

Desde el pasado fin de semana, el Mar Menor ya es territorio de las medusas Cotylorhiza tuberculata, comúnmente conocidas como ‘huevo frito’ por su peculiar forma y apariencia. Lo cierto es que la llegada de estos organismos se ha producido en la época más esperada del verano. El aumento generalizado de las temperaturas y el calentamiento del mar se convierte en el escenario perfecto para que estos invertebrados puedan vivir en nuestras costas. De hecho, este mes del verano es ideal para que las medusas también se reproduzcan. Las imágenes que han dejado a la llegada de estos organismos son preocupantes. Tal y como muestran algunas de las imágenes más virales que circulan por Internet, las medusas se agolpan a las orillas de la playa impidiendo el acceso al agua de todos los bañistas de las zonas afectadas. Afortunadamente, son fácilmente distinguibles gracias a su tamaño y apariencia. Por si todavía existen dudas, la especie Cotylorhiza tuberculata es de color amarillento con una protuberancia anaranjada en su interior que se asemeja a un huevo frito. Generalmente, son de gran tamaño e incluso algunas pueden llegar a medir 30 centímetros.

Tal y como señalan los expertos, estos organismos pueden vivir de dos a seis meses. Además, se adaptan con facilidad a su entorno pudiendo desplazarse tanto de forma horizontal como vertical. Las medusas no han tardado en migrar a las aguas más cálidas de España. De hecho, las playas más afectadas por la invasión de estas medusas son La Llana (San Pedro del Pinatar), La Manga (Murcia) y varias costas alicantinas de Torre de la Horadada. Además, su presencia en estos lugares ha cruzado incluso fronteras. Ya no solo se encuentran el agua, sino que algunos bañistas también han sido sorprendidos por varias de ellas en la arena tras ser arrastradas por las olas del mar. Está claro que la salinidad y la temperatura del agua de las costas del mediterráneo son determinantes para que estos organismos sobrevivan en ellas. Esta situación ha obligado a la Consejería de Medio Ambiente y Mar Menor a tomar medidas urgentes. Tal y como ha informado, se han instalado redes antimedusas en algunas de las playas de las zonas afectadas.

La Mota, Villananitos, La puntica, Venezoila y Pantalán también se beneficiarán de esta medida. Aunque, a priori, no sean nocivas, la convivencia junto a estas medusas no es compatible. Es cierto que su picadura no es mortal ni supone un riesgo grave para la salud, pero las células urticantes de estas medusas son dañinas e incómodas para la piel y pueden provocar una fuerte reacción en algunas personas. Aun así, lo cierto es que las medusas no atacan ni muerden. En general, es el contacto con los tentáculos de esta especie la que provoca irritación y una importante sensación de ardor en la piel. “Poseen unos cnidocitos o células urticantes que contienen unas pequeñas estructuras llamadas nematocistos y con forma de un pequeño arpón, que inyectan toxinas en la piel de cualquier organismo que entre en contacto con sus tentáculos", señala Juan Diego López Arquillo, buzo científico e investigador de la Universidad Europea de Canarias.

Cómo actuar frente una picadura de medusa

Las medusas ya se han convertido en uno de los mayores temores de algunos bañistas, sobre todo si de trata de la peligrosa carabela portuguesa. Por ello, los expertos reiteran la importancia de conocer la forma de actuar frente a una picadura de medusa. En general, provoca una reacción alérgica sobre la piel cuyo efecto puede empeorar dependiendo de la susceptibilidad de cada persona. Aun así, es cierto que algunas especies son mucho más dañinas que otras. La Chironex fleckeri más conocida como avispa de mar puede ocasionar síntomas mucho más graves. Entre ellos destacan náuseas, vómitos, aumento de la presión arterial y un dolor muy intenso. Los expertos aseguran que en casos de hipersensibilidad pueden llegar a ser morales.

En caso de haber recibido una picadura de medusa, hay que acudir en primer lugar al punto de socorro más cercano. Los profesionales sanitarios se encargarán de retirar de la forma más conveniente los tentáculos en caso de que continúen incrustados a la piel. En esta misma línea, lo más adecuado es seguir las recomendaciones e indicaciones de los expertos. Eso sí, no se aconseja bajo ningún concepto enjuagar con agua dulce ni caliente la zona dañada. Tampoco rociar la herida con vinagre u otros remedios caseros sin supervisión profesional para evitar cualquier lesión. La mejor de las opciones es acudir a un profesional sanitario.