Qué es la nomofobia y por qué se está hablando tanto sobre ella

Se trata del trastorno del siglo XXI y afecta a 7 de cada 10 personas, algo que invita a la reflexión

Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Actualizado a 22 de octubre de 2024, 10:42

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La nomofobia hizo su aparición en algunas de nuestras mentes hace relativamente poco, ya que está estrechamente relacionada con uno de los objetos que más usamos en nuestro día a día, pero que llegó a nuestras manos en los años 90. Ahora no sabemos vivir sin el teléfono móvil y este trastorno hace referencia, precisamente, a la falta de control que tenemos sobre nosotros mismos cuando se trata de este asunto. El miedo a perderlo, olvidarlo en casa o no tenerlo cerca nos generan frustración, inquietud y ansiedad y eso es algo que está aumentando cada vez más la preocupación, ya que afecta a un 70% de la población.

Son muchos los expertos que alertan, sobre todo, del uso del móvil en edades tempranas, con abuso de pantallas desde los primeros años de vida en los bebés y menores que acceden a ellas de manera individual cada vez más pronto. A los riesgos habituales relacionados con ello se suma la dependencia en exceso, que cada vez llega antes y se puede agravar con el tiempo. De hecho, en Suecia han querido dar un golpe en la mesa llevando este debate a la actividad política para lanzar una recomendación con absoluta vehemencia y sin tapujos.

La 'nomofobia' afecta al 70% de la población

Tal y como apuntan desde el programa 'Juntos', de 'Telemadrid', la 'nomofobia' es un trastorno que afecta ya al 70% de la población y es que podríamos responder afirmativamente a varias preguntas relacionadas con el uso del teléfono móvil: ¿Hemos sentido miedo a perderlo? ¿Pasamos demasiadas horas inconscientemente utilizándolo? "Es la herramienta indispensable de nuestro día a día y eso es indiscutible, pero su uso excesivo se asocia a trastornos de ansiedad y depresión, afecta al rendimiento académico de los más jóvenes y puede llegar a alterar nuestra inteligencia emocional", repasa el espacio de la autonómica en lo relativo a los riesgos asociados a esta adicción que cada vez es más común, mientras muchas personas buscan espacios de desconexión e incluso se retan a dejarlo en casa si no es necesario usarlo en las próximas horas.

En el caso de los adultos, llegamos a tener hasta dos por no compartir el personal con el de trabajo y cada lunes, la alerta por el número de horas que hemos pasado frente a la pantalla se convierte en una pesadilla o un desafío, intentando haber minimizado y mejorado marcas con respecto a la semana anterior. "Las conversaciones online sustituyen a las que se tienen a la cara y también existen consecuencias físicas, como dolores de cabeza o estómago, molestias en la vista y hasta problemas de cervicales por una posición inadecuada", continúan en el citado programa, donde la psicóloga Lara Ferreiro ha reconocido ser "completamente nomofóbica" y lanza una importante alerta, con una solución: "Si pasas mas de dos horas con el teléfono que no sea por trabajo se considera que tienes una adicción y eso te puede suponer unos problemas, así que se recomienda que hagamos desconexión digital".

La tajante respuesta de Suecia al uso de pantallas entre los más pequeños

Sin duda, hay un sector de la población que preocupa notablemente si hablamos de nomofobia y es el de los más pequeños, porque cada vez es más común ver a bebés de muy corta edad utilizando pantallas y menores que tienen su propio dispositivo antes de llegar a la adolescencia más avanzada, con más madurez para adquirir unos hábitos saludables. El debate está sobre la mesa en muchos lugares del mundo y se ha extendido en el tiempo, pero hay un país en el que parecen tener muy clara la respuesta a la pregunta sobre cuánto tiempo tienen que pasar niños y niñas delante de una pantalla, tal y como recoge y publica  'The New York Times' en su edición en español: "La intención de la política sueca es reducir las distracciones, fomentar un desarrollo saludable y ayudar a preservar la inocencia de la infancia". 

La recomendación que han hecho los responsables políticos de Suecia es muy tajante y es que tienen claro que los menores de 2 años no tienen que dedicar ni un solo segundo al uso de estos dispositivos y el ministro de Asuntos Sociales y Salud Pública en el país nórdico, Jakob Frossmed, considera que tienen que "recuperar el control", así que han añadido varias recomendaciones, como una mayor vigilancia por parte de los padres, evitar el uso de pantallas antes de que los pequeños se acuesten a dormir o el ejemplo que pueden dar los progenitores en ese equilibrio entre su propio uso del teléfono móvil, la tablet o el ordenador y la "interacción" que directamente tienen con sus hijos. "Yo lo que hago, para controlarme, es indicar a mi móvil que a partir de dos horas de redes sociales se para el teléfono", apuntaba Lara Ferreiro en el debate sobre la nomofobia.

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