Mientras el arzobispo de Burgos estudia la situación de vulnerabilidad de las monjas excomulgadas de Belorado, estas continúan enviando mensajes a través de su perfil oficial en 'Instagram', donde han querido reaccionar a algunas publicaciones sobre el nuevo apoyo que han encontrado: Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva.
Como ya ocurriera con Pablo de Rojas, se utiliza la expresión "falso obispo" o "fake" cuando se ha llevado a cabo una ordenación fuera de los cauces de la Iglesia y ha habido por ello una excomunión, pero las ex clarisas han querido lanzar un dardo a "falsos periodistas" y tres retos desde sus 'stories'.
El "falso obispo" Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva
Desde que saltara a los medios el cisma en el convento de Belorado, el foco mediático se puso no solo en las monjas de la localidad burgalesa, sino en sus apoyos en esos primeros momentos de tensión con el Arzobispado de Burgos. Pablo de Rojas, al frente de la 'Pía Unión de San Pablo Apóstol' se convertía en el líder espiritual de las clarisas y José Ceacero en el que actuaría como portavoz o asesor durante las semanas en las que todavía no habían sido expulsadas de la orden. El primero de ellos era un obispo que había recibido la excomunión, precisamente, por decreto de Mario Iceta en su etapa en Euskadi, una coincidencia que le hico encontrarse de nuevo con el arzobispo y el segundo, por su parte, era definido como "el cura coctelero", al haber ejercido como 'barman' y tener experiencia preparando combinados.
Más allá del chiste o la burla, con la amenaza de ser excomulgadas cada vez más cerca y algún que otro conflicto interno que se ha quedado en secreto de confesión, los dos se fueron del monasterio y todavía no está muy claro si por decisión propia o porque ya no eran del todo bien vistos tras posibles desavenencias. Fue entonces cuando empezaron a sonar otros nombres mientras Sor Isabel de la Trinidad, que perdía el bastón de mando y volvía a ser Laura García de Viedma, aseguraba con sus hermanas que caminaban "libres y solas". Rompían, de esta forma, definitivamente con sus anteriores aliados y pretendían prescindir de apoyos externos con el objetivo de avanzar en solitario en un escenario bastante hostil.
Con el paso de las semanas y ahora que parece que la sombra del desahucio se ha suavizado para ellas, a la espera de conocer qué conclusiones saca el Departamento de Bienestar Social de la Diputación Provincial de Burgos, hay un nuevo amigo con ellas. Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva habría estado en dependencias monacales, tal y como confirmaba una de las religiosas en el programa de 'Cuatro' 'Todo es mentira'. Se trata de una visita puntual, eso si, según explicaba un miembro de la Sociedad de San José, que dirige el nuevo líder que presta apoyo espiritual a las ex clarisas. Él, al igual que De Rojas, Ceacero y las hermanas burgalesas, está en contra de esa llamada "iglesia conciliar" a la que tildan de "herética" y de la que se desvinculaban en el ya archiconocido "Manifiesto Católico".
El dardo, la encuesta y los retos de la monjas rebeldes de Belorado a la prensa
Cuando las monjas excomulgadas de Belorado han vuelto a leer en los medios de comunicación la expresión "obispo falso" no han dudado en reaccionar en el perfil 'Tehagoluz' de Instagram. Desde esa ventana y con todos los recursos de la red social, han compartido un pantallazo de la noticia publicada en 'La Vanguardia' y han abierto una encuesta para sus seguidores en el que preguntan si "un licenciado en Periodismo que habla sin saber es un periodista, un ex periodista o un falso periodista". Después, han compartido otro de los artículos que hablaban sobre Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva y proponían "un reto para ex periodistas y falsos periodistas que quieran ser periodistas".
Casi en tono de burla, visiblemente enfadadas ante el revuelo de su última alianza, las ex clarisas publicaban entonces "el linaje" del supuesto "falso prelado", cuya consagración dataría del 29 de septiembre de 2021 según el árbol de fechas, ordenaciones y nombres compartido. "El que lo entienda, podrá hablar sobre quien es verdadero o falso obispo y el que no lo entienda igual debería tener más prudencia", continuaba la historia en la que parecían querer dar por zanjado el asunto. Más tarde, decidían ofrecer dos nuevos desafíos para los "ex periodistas", entre los que está la lectura del manifiesto para "entender lo que es una consagración episcopal válida" y el tercero consiste en "acudir a misa tradicional y a una celebración protestante y comparar con lo que se celebra en su parroquia (la del falso periodista) antes de volver a leer el manifiesto, la parte de la validez de lo que se celebra en esa parroquia".