Nadie duda en que el vino es un icono de la gastronomía de nuestro país. Y aunque el tinto es el más requerido por excelencia sobre todo para durante las comidas, el blanco y el rosado cada día que pasa desbancan más al rey de todos los vinos. Y es que actualmente no son pocos los consumidores que están optando por estos otros "caldos fáciles de beber, más frescos, afrutados y de baja graduación, unos atributos de los que carecen los vinos tintos más tradicionales”, tal y como indican desde ‘20 minutos’.
Lo reconocen ya expertos tan prestigiosos como Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) "No se trata de una moda pasajera. Es una tendencia estable en el largo plazo", explica también para el diario nacional de tirada gratuita. Según detalla, "vinos de baja graduación, frescos, agradables, afrutados y refrescantes, como los blancos, rosados o espumosos, está subiendo en España y en el mundo" porque "son más fáciles de beber y gustan más sobre todo a los jóvenes y a las mujeres".
Crece el consumo del vino blanco en un 10% en 20 años
Vayamos a las cifras. Según un reciente informe de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) conforme a la evolución de la producción y consumo mundial de los vinos de 2000 a 2021, se confirma la tendencia: el consumo de vinos blancos ha crecido en un 10%, el de los rosados en un 17% y el clásico tinto, sin embargo, ha decrecido en un importante 15%.
"Ahora hay una mayor demanda de uva blanca, sobre todo por parte de Castilla- La Mancha -principal región vitivinícola de Europa-, porque los productores de vino piensan que van a vender mejor el blanco que el tinto, algo que tradicionalmente no ha sido así, y por eso suben los precios en origen", sentencia también Rafael del Rey, quien además explica que dicha tendencia luego no tiene porque trasladarse tal cual al precio final en el supermercado.
Y efectivamente no será así en todos los casos, pero lo cierto es que en términos generales el vino blanco empieza a ser algo más caro que el tinto, siendo esta una de las principales consecuencias del ‘fanatismo actual por el vino blanco en nuestro país’. Según cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la primera semana de septiembre su precio medio fue de 48,24 euros por hectolitro, frente a los 42,71 del tinto.
Estudios a parte, que ninguno avala lo contrario, como también por ejemplo el fiable Informe del Consumo Alimentario en España en 2023 de Agricultura que revela que los españoles gastamos en 2023 un 2,3% más de vino blanco respecto al año anterior, en ‘Lecturas Diario’ hemos querido salir a la calle para sondear este cambio en los gustos dentro de nuestras fronteras.
Habla la calle: el verdejo o el godello a la cabeza
Por ejemplo, Eva Bes Martín -una española de 38 años que actualmente vive en Londres- opina que a ella le encanta el vino blanco porque “pega mejor cuando hace buen tiempo, mientras que el tinto lo ve más para el invierno”. Además, explica que el primero es “menos pesado y al día siguiente estás menos resacoso”.
Por su lado, Joaquín Pérez García, un sevillano afincado en Barcelona, opina que “nunca me gustaron especialmente los vinos por asociarlos con sabores fuertes y solo comidas ‘de domingo’, pero cuando empecé a saborear los blancos afrutados o dulces descubrí que podía tomarlos en situaciones diferentes a una gran comilona, como una refrescante opción en un aperitivo o incluso primera copa en una noche de fiesta”.
Opiniones de consumidores a parte, mucho pueden decir sobre el tema nuestros hosteleros quienes desde el otro lado de la barra tan al día están de lo que funciona o no entre los consumidores. Sandra Sala, de Bar Sala, establecimiento especializado en tapas y vermús, explica que el verdejo es el que más le solicitan sus clientes, por delante de los blancos frizzantes (espumosos), otra variante todavía más refrescante entre los blancos.
La excepción en la que el tinto sigue siendo el rey
Sin embargo, Mariano Alonso, propietario de una pequeña vinoteca en el Mercado de Santa María de la Cabeza de Madrid, dice para ‘20 minutos’ que “de los blancos ahora mismo el que más se vende es el godello. Se vende más que el verdejo. El godello se ha puesto ahora de moda porque, en mi opinión, tiene una mejor relación calidad-precio que los albariños. Para disfrutar de un albariño tienes que acercarte a los 20 euros y un godello de buena calidad te lo tomas por entre 9 y 12 euros".
¿Tú también eres un ‘adicto’ a los vinos blancos? ¿En casa también lo tomas? Porque aunque está desbancando al tinto, lo cierto que en consumo casero no convence tanto: más del 65% del vino que se bebe en los hogares españoles es tinto, frente a un 29% que es blanco. ¿O también le eres fiel en casa?