El privilegio y los detalles ‘rebeldes’ en su look, las anécdotas que han marcado la visita de la princesa Charlene al Vaticano

La princesa Charlene ha protagonizado un nuevo acto en el Vaticano junto a su marido y, sin quererlo, se ha convertido en el centro de todas las miradas después de haberse saltado el protocolo hasta en dos ocasiones

Estefanía Fernández

Redactora digital de RBA

Actualizado a 20 de julio de 2022, 15:12

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Charlene ha vuelto a la vida pública por todo lo alto. Hace apenas unos días, la princesa brilló en el Baile de la Cruz Roja celebrado en Montecarlo junto a su marido el príncipe Alberto. Relajada y sonriente, así reapareció luciendo un precioso vestido largo satinado con adornos florales joya, un look que nada tiene que ver con el que se ha enfundado para su encuentro con el Papa en el Vaticano. La exnadadora ha optado por un outfit austero basado en un vestido midi con mantilla. Sin embargo, hay varios detalles de esta elección estilística que no han pasado desapercibidos.

Aunque el protocolo dicta que se debe vestir de color negro, Charlene tiene el privilegio de poder vestir de blanco, una concesión que únicamente recae en las reinas católicas. Algo que ya llevó a cabo durante su audiencia con el Papa en junio del 2016. En 2022, las cosas han cambiado y, a pesar de que se encuentra en este reducido club, la mujer del príncipe Alberto ha preferido el color negro. Eso sí, hay dos detalles en su look con los que se ha saltado el protocolo generando así un gran revuelo.

Charlene durante una audiencia con el Papa en el año 2016.

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El primer detalle que ha chirriado a todos los presentes es el vestido de palabra de honor de Charlene. No es muy común ver este tipo de prendas que dejan los hombros al descubierto en el Vaticano y menos para reunirse de manera privada con el Papa. Este diseño de Terrence Bray se ha convertido en el centro de todas las miradas y, desgraciadamente, no ha sido el atuendo más acertado a pesar de que la exnadadora lo ha lucido con suma elegancia.

Los stilettos de Louis Vuitton de color nude tampoco han sido propicios para la cita ya que como dictan las normas, lo oportuno es hacer uso de un calzado del mismo color que de la prenda de vestir que hayan elegido. Eso sí, lo que sin duda ha generado un auténtico revuelo es la manicura de la princesa. Charlene ha llevado las uñas pintadas de negro, algo que no se suele ver en este tipo de actos. Con todo esto, la madre de Jacques y Gabriella ha dejado al descubierto su lado más rebelde.

Charlene y Alberto de Mónaco en el Vaticano.

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