¿Tienes unas pechugas de pollo y no quieres hacer una receta aburrida? Pues toma nota de nuestra receta de pechugas de pollo al curry . Es fácil, riquísima y además, económica. Para esta receta tienes que cortar en dados las pechugas , así que no la compres fileteada o se quedaría muy seca la carne con la cocción. Se tienen que saltear los dados solo unos cuatro minutos y se retiran y reservan para un resultado óptimo. Si las verduras que acompañan al pollo son bien frescas y a ser posible, ecológicas, todo ganará en sabor. El calabacín mejor que sea pequeño para que al cortar medias rodajas quede el tamaño ideal. Y la cebolla hay que picarla bien fina, para que tome sabor y apenas se encuentre luego. La zanahoria la cortamos más grande, de un tamaño similar al calabacín. Los dos ingredientes exóticos de esta receta son la leche de coco y el curry . La leche de coco se suele encontrar en lata ya en la mayoría de supermercados. No tiene lactosa, con lo que puedes usarla en caso de intolerancias. En Asia y en el Caribe es la base de muchos platos y salsas y aquí la estamos adoptando por el buen sabor que aporta. No hay que confundirlo con el agua de coco. Si quieres, pruébalo en otras recetas como este salteado de arroz al curry con sepia y verduras o una crema de calabaza y curry . ¡Manos a la obra, tardarás poco y será un éxito seguro! Consejos para unas pechugas de pollo al curry perfectas No quieras correr y saltearlo todo a la vez. Cada ingrediente tiene su tiempo. Primero corta los dados de pechuga un poco grandes y saltéalos no más de 4 minutos por todos los lados. Sácalo y resérvalo aparte para seguir salteando el resto en el mismo aceite (de oliva). El calabacín lo cocinamos con piel y cortado fino en medias lunas. Y, sobre todo, tiene que ser pequeño para que no contenga semillas grandes en su interior que luego se desprenden al cocinar. Usamos una cucharada de curry para dar un toque exótico a la receta. Las variedades más comunes son rojo, verde y amarillo. Hemos utilizado amarillo, en el que predomina la cúrcuma y es menos picante que el rojo. La leche de coco la encontramos ya en la mayoría de supermercados envasada en lata. Tiene una textura más similar a la crema que a la leche. Es un ingrediente de alto contenido calórico, tenlo en cuenta. Hay versiones light, que puedes utilizar también. El toque final se consigue espolvoreando con perejil picado, pero también podrías utilizar cebollino. Curiosidades del curry ¿Sabes que el curry no es una especia, sino una mezcla de varias especias molidas? El curry procede de la India, su nombre deriva de la palabra Kari, que en tamil significa salsa. Este condimento exótico se popularizó en Europa rápidamente cuando lo trajeron los ingleses en el siglo XVIII. Existen muchísimos tipos de curris, dependiendo de los ingredientes y la proporción que se use para las mezclas. El Madrás, de la India, es a base de cúrcuma, comino, clavo, cilantro, coriandro, jengibre, canela, guindilla, laurel, pimienta y chile. Como condimento aporta aroma y color a guisos y potajes de carnes y legumbres. Se añade en poca cantidad cuando el guiso hierve. Para hacer salsas bien gustosas, se diluye en caldo, tomate frito, leche de coco o de almendras. *Un curry casero Necesitarás 3 cucharadas de semillas de cilantro, 2 de mostaza negra, 2 de cominos, 2 de granos de pimienta , 2 de fenogreco, 2 de cúrcuma 1 de jengibre y 1 de chile en polvo. Se prepara calentando en una sartén las semillas y granos de cilantro, mostaza, pimienta, comino y fenogreco. Se tuestan a fuego medio, removiendo. Se dejan enfriar y luego se trituran en un molinillo hasta obtener un polvo fino. Luego se añade el jengibre, el chile y la cúrcuma y se mezcla.