No hace tanto que Antón Álvarez (34 años) vivía ajeno a la fama y al reconocimiento. Fue antes de convertirse en un fenómeno mundial en la industria de la música bajo el apodo artístico de C. Tangana. En principio su destino era otro. Él estudió Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, pero pronto se dio cuenta que quería dedicarse a la música. Empezó a desarrollar proyectos con los que intentó hacerse un hueco en la industria desde 2005. Probó con diferentes estilos. No fue hasta mayo de 2008 cuando sacó su primera maqueta, 'Agorazein', que contenía influencias de rap y bajo el sobrenombre de Crema, que comenzó su camino al éxito.
Eso sí, aunque agradecido por poder dedicarse a su gran pasión, es cierto que la fama no es algo que le guste. Como rezan los primeros versos de su canción ‘Un veneno’, "esta ambición desmedida por las mujeres, la pasta y los focos" le está "quitando la vida muy poquito a poquito a poco". Y es que al cantante lo único que le importa es vivir el presente y disfrutar de cada proyecto.
Como el que tiene en ciernes con su ópera prima como director de cine: 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés’. Se estrena el próximo 20 de diciembre en la gran pantalla y relata la vida de este joven que le ha fascinado tanto desde el primer momento en el que lo conoció. De ello charla este martes, en compañía del mismo Yerai, en ‘El Hormiguero’ con Pablo Motos, el cual ha reconocido que lloró muchísimo al terminar de ver ese filme.
Al ver la pasión con la que Antón hablaba de esta película, el presentador ha querido saber hacía donde iba a dirigir ahora su carrera artística. Como hemos dicho, él empezó como músico, pero el cine ha llegado para quedarse. ¿Hacia qué se decantará de ahora en adelante? Tangana ha reconocido que ahora mismo toda su mente está en la dirección y en quedarse en este mundo. "Yo lo voy a intentar, si me dejan. Ahora mismo no tengo otra cosa en la cabeza. Hice el himno del Celta de Vigo y ese fue mi proyecto mas ambicioso como director", ha comenzado a explicar.
"En el caso de Yerai, él me eligió porque venía preparado. Así que en esas estoy. De hecho, estoy aprendiendo a escribir. Lo próximo será una película de ficción", ha comentado el cantante. En cuanto la música, Antón ha querido ser muy sincero con sus fans. "La música... Depende", ha dicho antes de añadir, en broma: "Va a ser directamente proporcional al éxito de la película, me sentiré tremendamente inspirado...". Unos segundos más tarde, C. Tangana se ponía serio y aseguraba que "el vínculo con la música no se puede perder. Está ahí".
El origen del nombre artístico de C. Tangana
Antón se presentó al mundo como C. Tangana en 2012 con el estreno de ‘Love’s’. Antes fue El Madrileño, Crema y Puchito. "Tiene que ver con el disco de C. Tangana, 'Agorazein'. La C viene porque yo antes me llamaba Crema y para entender lo de Tangana hay que escuchar ese disco. Era una forma de decir conflicto, más o menos. Por pura estética elegí esa palabra, y al final quedó muy bien porque se expresó ahí en ese disco, que fue el primero en el que utilicé esa palabra", explicó en una entrevista en Neo2 sobre el origen de su nombre artístico.
En 2015 decidió innovar y darle un vuelco a su carrera. No le fue nada mal. Un año más tarde, en el verano de 2016, estaba sacando al mercado el hit ‘Antes de morirme’ junto a Rosalía. Fue todo un éxito. Aunque por aquel entonces, la artista aún no era reconocida a nivel mundial, sí había empezado a despuntar. Fue un antes y un después en su carrera, que ya no ha vuelto a ser la misma.
La aversión de C. Tangana por la fama
Como todo en la vida, tiene su contrapartida. Ese éxito irrefutable le llevó a alcanzar una fama que nunca ha querido y que siempre ha odiado. Como dijo en su documental ‘Esta ambición desmedida’, no le ha parecido bien en ningún momento. "No es que me haya cansado, siempre la he odiado y he sido un poco huidizo. Lo que pasa es que he llegado a mi máximo, enseñar mi vida en un documental es algo que nunca creí que haría. Pero la exposición no me ha gustado desde el minuto cero", aseguró.
Lamenta no haber podido pararse a disfrutar del momento: "Me hubiese gustado estar más presente, pararme y disfrutar del momento, porque hay cosas que no van a volver a pasar. Es contradictorio, porque, por otro lado, es una actitud muy buena para no sufrir mucho, porque cuando sale bien no te alegras mucho y cuando fallas, sigues más o menos igual".
Ha sufrido serios problemas de salud por ello. Se lo contó a Jordi Évole en 'Lo de Évole': "Fue en el 'Tiny Desk'. Estaba fatal... por unas cosas. Estaba muy mal. A nivel emocional, de los momentos más difíciles de mi vida. Tenía ansiedad, asuntos que resolver, conversaciones pendientes, una sensación de que yo no tenía mi vida... ".
Ser un rostro conocido era algo que le daba pánico: "A mí la exposición me daba pánico. Y luego te das cuenta de que da igual, porque la gente se va a su casa y lo que le importa es su padre, su madre, si ha ganado el partido. Pero tú, no le importas. Eso sí, si te considera artista, ya es la leche. Pero si no, ¿qué eres? Un famoso".
El pasado amoroso de C. Tangana
C. Tangana sigue siendo aquel niño apegado a su familia: a sus padres, un periodista y una profesora de Educación infantil, y a su hermana, con la que se lleva once años. Por lo demás, suele ser un hombre discreto que no le gusta airear su vida privada. En ocasiones, sí ha aparecido en la prensa del corazón por sus relaciones sentimentales como el romance que vivió con Rosalía durante tres años.
Estuvo además con la actriz Berta Vázquez, ex de Mario Casas, y se le relaciona actualmente con la fotógrafa chilena Rocío Aguirre, a la que conoció en un bar. "Es una lata. Teniendo una carrera de éxito en Chile, por querer probar más, me vengo a España, sigo currando de lo mío y de repente soy 'la novia de'", dijo ella en una entrevista para El País.