El nuevo reality show de Mediaset está buscando personajes nuevos para su grupo y para ello están sumando caras más desconocidas al casting, al igual que han hecho con Isabel Hurtado (52 años) o Álex Zacharías (33 años). La última pareja confirmada está formada por una influencer y un boxeador. Ella es Carmen Pina (25 años) y aunque su trayectoria en el mundo de las redes sociales es breve pero ha dado mucho de sí.
El inicio en las redes sociales de Carmen Pina
La influencer es madrileña y actualmente tiene 25 años. Sus inicios en los medios sociales se remontan al año 2017 aproximadamente, cuando decidió emprender un negocio online que le obligaba a trabajar día a día en las redes sociales y crear contenido de manera constante. Con el comienzo de su negocio y tras ver que la creación de publicaciones acercaba a los clientes, fue consciente de que disfrutaba de ese trabajo.
Carmen Pina comenzó a crear más contenido para sus redes, aunque según comentó ella misma en alguna entrevista tuvo que equivocarse muchas veces hasta que encontró su sitio y su público objetivo, concretamente cambió la creación de contenido únicamente sobre vida saludable para centrarse más en el lifestyle y la moda. En un principio su contenido giraba en torno a recetas sanas y rutinas de ejercicios, pero decidió mirar más allá y cuando cambió de contenido, sus publicaciones comenzaron a causar más interés. Actualmente, tras tres años de trabajo en redes sociales, su público objetivo son mujeres de entre 18 y 40 años con gustos similares a los suyos, es decir, que disfruten viajando, les guste la moda y la vida saludable. Carmen Pina ahora es un modelo a seguir para miles de personas y entre Instagram y TikTok suma cerca de 800.000 seguidores.
La influencer ha comentado en algunas ocasiones que no fue hasta el primer año de trabajo en medios sociales cuando se dio cuenta de que podía rentabilizar sus aficiones, ya que comenzaron a lloverle propuestas de colaboraciones no pagadas y empezó a ganar un poco de dinero que con el tiempo ha ido creciendo. Además, Carmen Pina recomienda, según su propia experiencia, que si alguien quiere empezar en el mundo de las redes debe tener mucha paciencia, ser muy constante y creativo, ya que estas plataformas premian la constancia y el contenido creado debe ser original porque cada vez existe más competencia en este sector.
La historia de superación de Carmen Pina
Aunque la vida de los influencers parezca un camino de rosas, no suele ser así, dado que en las redes sociales no se comparte el 100% de la vida. En el caso de Carmen Pina, su vida no ha sido sencilla, ya que en la adolescencia se vio envuelta en una relación sentimental tóxica en la que sufrió violencia de género, según ha confesado la propia influencer sufrió maltrato tanto psicológico como físico, pero el que más le machacó fue el psicológico. La madrileña consiguió salir de este noviazgo con ayuda, pero la situación con la que había convivido tuvo sus consecuencias. En el caso de Carmen, la mayor de las consecuencias llegó en forma de trastorno de la conducta alimenticia, concretamente de anorexia.
Carmen Pina nunca ha escondido su pasado y hablado de ello, tanto en sus redes sociales como en la televisión. La influencer ha confesado que en un inicio le daba miedo comentar todo lo que le estaba sucediendo con su ex pareja y no se lo contó a su familia hasta que rompió con él. En cuanto al trastorno alimenticio, Carmen admite haberlo superado pero sigue teniendo pequeñas manías que le provocó su enfermedad, pero poco a poco está intentando cambiarlas.
La relación de Carmen Pina y Rubén Shan
La pareja de Carmen Pina es Ruben Shan, con quien comparte trabajo, ya que él además de boxeador también es influencer. Rubén también ha tenido una vida complicada en la que ha tenido que enfrentarse a muchas adversidades, por lo que al comenzar una relación con la influencer madrileña ambos encontraron una relación sana y la estabilidad y calma que ambos necesitaban para seguir adelante. Actualmente, Carmen y Rubén viven y trabajan juntos y están más enamorados que nunca, algo que esperamos que puedan demostrar en ‘¡Vaya Vacaciones!’.