Acercar recetas de otros países a tu mesa es un ejercicio más que gratificante, especialmente si son tan sencillas de preparar como las sopaipillas chilenas. Una variante de la masa frita de harina que se cocina de forma habitual en muchos lugares de América, pero especialmente en los países andinos y en épocas frías. Una herencia española con innovaciones lugareñas, como bañarlas en miel de caña, que recorre el continente. Las sopaipillas son primas hermanas de los churros y los buñuelos . Y como ocurre con estos son ideales para meriendas y desayunos especiales. También se pueden hacer saladas, simplemente con añadirles queso, tomate o aguacate. Es una comida muy típica del invierno austral en los países latinos y muy fáciles de encontrar en puestos callejeros de aquellos países. Las sopaipillas chilenas que te presentamos estarán marcadas por la calabaza asada o cocida que las hace diferentes al resto. Una opción deliciosa para desgustarlas es hacer sopaipillas pasadas. Para ello necesitas agua, 500 gr de panela, ralladura de naranja y dos ramas de canela. Echa todo en una olla hasta que se disuelva la panela. Sirve las sopaipillas junto con la mezcla. Ten en cuenta que las sopaipillas pueden aguantar un par de días en la nevera en un recipiente cerrado. Otra manera de hacer las sopaipillas Si quieres hacer las sopaipillas algo más ligeras sin freírlas, las puedes hacer al horno. En este caso tendrás que hacer la masa algo menos fina y hornear las sopaipillas a 180º durante 10-12 minutos hasta que queden levemente doradas. ¿Se pueden hacer las sopaipillas sin manteca? Si no tienes manteca o no quieres añadirla a tu receta, puedes sustituirla por aceite de girasol.