Esta es la receta de croissants de hojaldre más fácil que puedes hacer en casa, ¡y en 30 minutos y 3 pasos!

Aprende a cocinar tus propios croissants caseros, para el desayuno o la merienda, los tendrás listos en media hora. Tardarás menos en prepararlos que en ir a comprarlos, ¿te animas?

Sonia Murillo
Sonia Murillo

Periodista especializada en gastronomía

Croissants caseros
Istock

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Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Los croissants son una de las pocas piezas de bollería con las que sabes que vas a acertar seguro, independientemente de los gustos de tus comensales. Hacerlos desde cero puede parecer muy laborioso y de hecho lo es, pero tenemos una receta para que los tengas listos en menos de 30 minutos.

La versión rápida que te proponemos hoy utiliza hojaldre ya preparado, lo que reduce el tiempo de elaboración. Aunque el croissant tradicional se hace con una masa laminada que requiere múltiples plegados y tiempos de reposo, con esta receta tendrás un resultado crujiente y delicioso sin necesidad de largas esperas.

Además, la receta de este postre fácil es perfecta para principiantes en la cocina. No necesitas amasados complicados ni técnicas avanzadas. Solo un buen hojaldre, un cuchillo afilado y un horno caliente para conseguir un resultado espectacular.

Si buscas una receta ideal para sorprender a tus invitados o darte un capricho casero, estos croissants de hojaldre son la mejor opción. Acompáñalos con café, chocolate caliente o incluso un batido de frutas para disfrutarlos aún más.

Ingredientes paraEsta es la receta de croissants de hojaldre más fácil que puedes hacer en casa, ¡y en 30 minutos y 3 pasos!

  • 1 lámina de hojaldre
  • 1 huevo (para pincelar)

1. Corta la masa

Para hacer croissants en casa, lo primero es preparar la masa de hojaldre. Usa una lámina de hojaldre refrigerada y extiéndela sobre una superficie limpia.

Con un cuchillo afilado o un cortador de pizza, divide la masa en triángulos del tamaño que prefieras. Si los quieres pequeños, podrás hacer más unidades; si los prefieres más grandes, te saldrán menos.

2. Dales forma

Coge cada triángulo y, empezando desde la base, enróllalo hacia la punta formando un rollito. Asegúrate de que la punta quede debajo para que no se deshaga al hornear. Luego, dobla ligeramente los extremos para conseguir la clásica forma de media luna.

3. Pincélalos con huevo

Este paso es opcional, pero marca la diferencia en el resultado final. Bate un huevo o solo la yema y, con ayuda de un pincel de cocina, barniza la superficie de los croissants. Esto les dará un brillo dorado y un acabado más apetitoso tras el horneado.

4. Hornea

Coloca los croissants en una bandeja forrada con papel de horno, dejando espacio entre ellos para que no se peguen entre ellos al hornearse. Hornéalos durante 15 minutos a 180ºC. Luego, sube la temperatura a 200ºC y hornea 3-4 minutos más para que adquieran un bonito tono dorado.

5. Déjalos enfriar y disfruta

Es importante dejarlos reposar unos minutos antes de comerlos. Cuando los saques del horno, pásalos a una rejilla para que se enfríen. En pocos minutos estarán listos para disfrutar.

La receta más fácil y rápida para hacer minicroissants dulces

Una vez horneados, puedes pincelar la superficie de los croissants con un almíbar casero (ya sabes que solo tienes que poner a cocer agua con azúcar y remover). Una vez lo tengas listo y los croissants se hayan templado, báñalos con el almíbar sobre una rejilla y deja que terminen de enfriarse del todo antes de servir.

Si quieres rellenarlos con chocolate, dispón una onza en el centro de cada triángulo antes de doblarlo. Por supuesto, del que más te guste: negro, con leche, blanco... También les puedes poner un poco de mermelada o de dulce de leche, en lugar de chocolate.

Y si prefieres los sabores salados a los dulces, hornéalos pero no los bañes con almíbar. Cuando estén fríos, podrás abrirlos por la mitad para rellenarlos con embutido, quesos, lechuga, aguacate, salmón... ¡lo que quieras!

Lo mejor de los croissants es que son muy versátiles y te pueden servir tanto para un desayuno o merienda especial en sus versiones dulces tanto como cena, si los hacemos con rellenos salados. La clave es que estén crujientes y deliciosos, que lo estarán.

¿Con o sin mantequilla?

Todo depende de tus gustos. Los croissants auténticos tienen sabor a mantequilla, pero si no te gusta, puedes hacerlos sin. El truco está en fijarse en los ingredientes de la masa de hojaldre refrigerada: las hay con y sin mantequilla.

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