Si has decidido hacer unas alitas de pollo como las que has comido en tu restaurante favorito, prueba la versión casera de unas alitas especiadas con salsa barbacoa, pero no con una salsa de bote, con la salsa que tú también elaborarás. Quedan riquísimas. Primero hay que dejar macerar durante unas 12 horas las alitas en una mezcla de pimentón, ajos, romero, salsa de soja, azúcar, pimienta y limón, así se impregnan bien de los sabores de hornearlas sobre la rejilla. La salsa barbacoa una vez elaborada se reserva y se sirve en un bol al lado de las alitas. Otra forma de hacer las alitas con salsa barbacoa es agridulces o caramelizadas . Son muchas las recetas de alitas dulces porque combina bien ese contrapunto de sabor. La costumbre de comer alitas se atribuye a un local estadounidense de Buffalo, que decidieron preparar los restos de pollo, las "wings" o alitas. Los muslitos también quedan bien con salsa barbacoa. Hasta el pescado puedes servirlo acompañado con esta salsa, como el salmón , por ejemplo. Consejos para unas alitas especiadas con salsa barbacoa perfectas Las alitas de pollo no son las partes más carnosas del pollo, pero son un excelente picoteo que gusta a todo el mundo. El secreto es dejarlas en maceración cuanto más tiempo mejor para que cojan bien el sabor. Así que lo mejor es que las dejes en un bol con la marinada, tapado en la nevera desde la noche anterior a la preparación. La salsa barbacoa no se echa en el horneado, se sirve aparte. Si no tienes mucho tiempo, puedes comprar una buena salsa envasada. Si no, necesitarás unos 40 minutos a fuego lento para la cocción del tomate frito con vinagre, miel, agua, ajo, cayena, sal y pimienta. Tienes que conseguir, removiendo, una textura espesa. Déjala en un bol tapada. Para la maceración utiliza un buen pimentón con denominación de origen de la Vera, dulce, porque ya tiene un toque de cayena la salsa que le da el toque picante.