Soy experta en cocina y este es el menú de Navidad con el que siempre triunfo (y lo cocino el día antes)

La Navidad es una época de tradiciones. Año tras año vuelven a la mesa los canapés, los asados, los turrones y los mazapanes. Por eso este menú es ideal para celebrar la Navidad más tradicional.

Para innovar en la cocina ya tienes muchos más días al año. El día de Navidad, se tercia un menú clásico, que no significa aburrido, ni mucho menos. De hecho, este incluye los alimentos de siempre, pero con toques de modernidad en cada una de las recetas, del primero al postre.

El primero, caldo de Navidad

Comenzar el ágape navideño con una sopa es una costumbre muy extendida en nuestro país. No en todas partes se prepara la misma receta, pero la de "galets con pilota" es una de las más típicas, nacida en Cataluña, con múltiples variantes geográficas.

Lo habitual es servir el caldo con pasta de galets (también conocidos como tiburones o caracolas), de tamaño XXL. Y también se añaden "pilotes", bolas de carne picada aderezada con ajo y perejil que se cuecen con el caldo. En esta receta, lo que hacemos es cocer los galets y rellenarlos con una mezcla de verduras picadas y carne de ternera cortada bien menuda. Original y exquisito.

El plato principal, redondo de ternera relleno

También las recetas de rollos de carne o carnes rellenas son típicos de las comidas de las fiestas. Se pueden hacer de pollo, pavo, cerdo o ternera, como el que te proponemos aquí, y rellenarlos con ingredientes muy distintos.

En nuestro menú, hemos utilizado castañas en conserva, pimientos asados caseros y espinacas, una combinación muy equilibrada. Como guarnición, cebollitas caramelizadas y tomates cherry. Lo bueno de las carnes rellenas es que las preparas, las metes en el horno y se hacen solas. Luego solo tienes que cortarlas en rodajas y servirlas con el acompañamiento.

Y de postre, un semifrío de turrón y frutos secos con chocolate

Este postre aúna en una sola receta los principales ingredientes dulces de las mesas de Navidad: el turrón, el chocolate y los frutos secos. Lo mejor, además de su sabor, es que al ser un postre frío, apetece mucho después de una comida copiosa como suelen ser las de Navidad. Y, aunque lo veas muy sofisticado, te aseguramos que es bien fácil de preparar. Basta con hacer la mezcla del helado, congelarla en un molde para muffins (o unas flaneras) y luego bañarla con el chocolate fundido. Y lo puedes tener ya listo en la nevera para que no te pierdas ni un segundo de la fiesta.

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