La mediática trama de las monjas de Belorado todavía no ha terminado. Aunque todas ellas se han mostrado tajantes ante la petición de la Iglesia de abandonar el monasterio de Santa Clara, las clarisas podrían acabar en la calle antes de lo que esperan.
Ultimátum para las monjas de Belorado
Fue el pasado 16 de septiembre cuando el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, presentaba de forma firme una demanda de desahucio contra las clarisas excomulgadas. Aunque las monjas nunca se imaginaron que este día podría llegar, Iceta ya advirtió en su momento de las medidas que tomaría si estas no se retractaban. De hecho, según ha relatado el propio arzobispo, les ha concedido varias oportunidades para que recapacitasen y mostraran su arrepentimiento. Aun así, las clarisas se han mantenido firmes en su decisión de abandonar la Iglesia, pero no el convento de Santa Clara en el que todavía residen. Ante esta negativa, la decisión de Mario Iceta ha sido firme y ha pedido que las clarisas abandonen el convento lo antes posible. Según ha desvelado ‘Burgos Conecta’, no será hasta marzo de 2025 cuando las clarisas tendrán que abandonar el que ha sigo su hogar por tantos años legalmente. Lo cierto es que el proceso no es nada sencillo y la petición deberá de pasar antes por el Juzgado para decir si la admite a trámite.
Si la demanda es finalmente aceptada por un juez, el procedimiento seguirá su curso para que las monjas de Belorado abandonen el convento. Eso sí, las clarisas no van a dejar que esto suceda fácilmente y de hecho su equipo jurídico ya trabaja para que puedan quedarse en el convento. Si las clarisas no aceptan la demanda, que es lo más probable, el proceso se prolongará durante seis meses aproximadamente. Aun así, deberán de presentarse ante un juez si la demanda sigue adelante y declarar sobre su situación. Después de que ambas partes presenten sus respectivas declaraciones, el juez tendrá la última palabra sobre la sentencia que será recurrible. Si la justicia concluye que las clarisas deberán abandonar el monasterio, tendrán un plazo para interponer una alegación a su favor. Tras el recurso, el juez encargado del caso deberá concluir una sentencia firme e irrevocable. Si el caso llega a este punto, según ‘Burgos Conecta’, la resolución final se podría prolongar hasta medio año más. Además, las clarisas que no dejan de posicionarse en el punto de mira también están siendo sometidas a una serie de preguntas con trabajadores sociales para evaluar su grado de vulnerabilidad. Aunque en un principio no querían someterse a este trámite, el resultado de este estudio jugará un pape clavel sobre la sentencia de la demanda de desahucio en el que trabajan los servicios de Bienestar Social y la Diputación de Burgos.
Mientras que la pugna judicial entre ambas partes continúa su curso, otros acusan a las clarisas de ‘okupas’. Las redes no han tardado en llenarse de comentarios en contra de las clarisas alegando que si no forman parte de la iglesia deberán abandonar también el citado convento. Las propias monjas excomulgadas explicaron en su momento en ‘Código 10’ que este lugar les pertenece. “Este monasterio fue fundado por unas beatas que compraron el terreno y no se lo dio la iglesia en el 1358. Todas las reformas que se han ido haciendo en este convento ha sido obra de las rentas de las monjas y los familiares, amigos y de las monjas”, explica una de ellas en el citado programa. Aun así, la comunidad eclesiástica se ha posicionado en contra de que las monjas residan en el convento. Aunque la pugna judicial entre la Iglesia y las excomulgadas clarisas se han convertido en un tira y afloja, lo que está claro es que la cuenta atrás para las monjas ha comenzado. En caso de que sean desahuciadas finalmente, podrán mostrar arrepentimiento para volver a formar parte de la comunidad religiosa. Este es el discurso que ha mantenido siempre el arzobispo de Burgos, Mario Iceta. D e no ser así, las clarisas tendrán que buscar un nuevo hogar en el que pasar el resto de sus días.
Duros momentos en el convento de Belorado
Mientras la justicia toma una decisión sobre el posible desahucio de las monjas, el monasterio de Santa Clara no afronta un buen momento. Lo cierto es que su interior se podría haber convertido en un espacio de disputa por el que una de las clarisas habría abandonado sus puertas. Esta fue la decisión que tomó Sor Paz, la segunda monja al cargo de la comunidad religiosa. Según señalaba Sor Lucía Caram, otra monja conocida por protagonizar algunas propuestas de diálogo entre las clarisas y el Arzobispado de Burgos, en ‘Código 10’, “la unidad empieza a resquebrajarse”. “Tenía la noticia de que una o alguna más estaban fuera. Las discrepancias que hay dentro con Sor Isabel se van a ir poniendo cada vez más de manifiesto", explica en el citado programa.
En esta misma línea, Sor Lucía ha acusado a la exabadesa Laura García de Viedma de mentir. "Aquí ha habido todo un comportamiento lleno de calumnias en las que yo creo que las mismas monjas son víctimas abducidas por Sor Isabel, que no ha querido acatar que no ha seguido siendo abadesa", sostiene. Poco después, el Arzobispado de Burgos también confirmaba al programa que Sor Paz habría abandonado el convento por posibles discrepancias entre las monjas. Aunque Sor Paz no ha desvelado el verdadero motivo, las especulaciones señalan que no todo va tan bien como parece en el convento. De hecho, la llegada de la demanda de desahucio junto a la salida de esta clarisa pone de manifiesto los graves problemas internos que afrontan ahora las excomulgadas monjas.