Salen a la luz los cinco objetos que ha pedido Daniel Sancho en la prisión de Surat Thani: su lista de deseos

Tres semanas después de conocer su demoledora sentencia, trata de adaptarse al nuevo centro penitenciario y ha elaborado un listado de sorprendentes peticiones

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Daniel sancho
MAX

El viernes, 30 de agosto, un día después de conocer su demoledora sentencia, Daniel Sancho fue trasladado desde la cárcel de Koh Samui, donde llevaba 13 meses a la espera del dictamen, a la de Surat Thani, un cambio inminente que sorprendió poderosamente, ya que fueron poco más de 24 horas de trámite hasta que se llevara a cabo ese cambio. Por lo que apuntaban los expertos, una vez se resuelvan los recursos y se haga firme una u otra condena, el español tendrá que enfrentarse a otra mudanza, ya que en la actual prisión solo conviven presos con penas máximas de 25 años.

Su abogado insiste en hablar de prisión provisional hasta que el tribunal de apelaciones y el supremo tailandés respondan a sus argumentos y potenciales nuevas pruebas, pero lo cierto es que el hijo de Rodolfo Sancho ya ha tenido que adaptarse a este nuevo centro, mucho más duro que el anterior, con una peligrosa mafia de la que advierten los que la conocen bien y se prepara para lo peor sin perder la esperanza de que sus representantes legales obren un milagro. Según ha publicado 'El Confidencial', habría llevado a cabo una serie de peticiones, una curiosa lista con deseos y material que necesita para hacer más llevadero su día a día.

Las peticiones que ha hecho Daniel Sancho desde su celda en Surat Thani

El citado medio se hace eco de la filtración de solicitudes que habría hecho Daniel Sancho para poder hacer frente a su día a día en la prisión de Surat Thani y destaca tres deseos, como si se tratara de los que Aladdín pedía al frotar la lámpara del Genio en 'La Cueva de las Maravillas': "unos guantes de boxeo, protectores y libros para aprender tailandés". Pero esos no serían los únicos objetos que habría incluido en la curiosa lista enviada al Consulado de España en la capital tailandesa, que sería quien mediaría con instancias penitenciarias para dar luz verde o no a la recepción de recursos. En concreto, según las fuentes del caso a las que hace referencia el diario mencionado, estos serían los "caprichos" que habría suplicado en el centro penitenciario al que era trasladado al día siguiente de conocer su sentencia: "seis pares de guantes de boxeo, un protector bucal, protectores de pecho y espinillas y un libro en inglés para aprender tailandés y tapones para los oídos".

Según explican, será la delegación consular la que lleve a cabo los trámites necesarios para que los antojos aprobados puedan llegar a Daniel a través de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo. Sus padres le han visitado asiduamente durante sus 13 meses en Koh Samui y lo siguen haciendo actualmente en su nuevo correcional, aunque con otras reglas, unas férreas condiciones de las que se hacía eco la analista de inversiones en declaraciones exclusivas a la agencia 'EFE': "Ahora es una visita semanal, no es como en Koh Samui, que se le puede ver todos los días". Además, la madre del condenado en primera instancia por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta confirmaba en esa pequeña entrevista que se encontraba en el módulo 6, de aislamiento, donde estaría junto a otros catorce reclusos, entre los que solo uno no es local del país asiático y sería original de Austria: "Les llevan ahí hasta que pasa un tiempo y les clasifican dependiendo de la condena o de lo que hayan hecho".

La esperanza en los recursos a la que se aferra Daniel Sancho en su espera con el Muay Thai

Si hay una frase ecuménica y que se ha repetido hasta la saciedad en múltiples situaciones y escenarios es esa de que "la esperanza es lo último que se pierde", así que Daniel Sancho puede aferrarse a ella, a pesar de lo que indican los expertos. Un único perdón al rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn y dos recursos, de apelación y casación, son las puertas que tiene abiertas con sus abogados en los próximos meses, pero el horizonte se ve bastante oscuro y tanto el abogado de la familia Arrieta, Juango Ospina, como expertos familiarizados con la justicia tailandesa, ya les han advertido que, lejos de mejorar y minimizar la pena, podría complicarle más las cosas y llegar a romper con la conmutación de la pena capital y llevar al máximo la actual cadena perpetua.

En esa espera, la forma de acercarse a la cultura y a los presos locales sería seguir practicando el deporte nacional, el Muay Thai, al que él ya se había aficionado en la cárcel de Koh Samui. Ahora, ya en Surat Thani, pretendería mejorar en la disciplina y qué mejor forma de hacerlo que con un material adecuado para competir con buenos recursos y ser uno más en este centro penitenciario de reciente inauguración, ya que abrió sus puertas hace poco más de un año y ya aloja a alrededor de 5.300 presos, de los que la inmensa mayoría son tailandeses y entre los extranjeros se puede localizar a reclusos de países que hacen frontera, pero la cuota europea es irrisoria. Aún así, para recibir esas peticiones tendrá que recibir el "sí" de las autoridades penitenciarias, algo que no tiene tan claro el director de la 'Fundación +34', Javier Casado, que asiste desde hace años a presos españoles que cumplen condena en el extranjero, y así lo ha manifestado al citado portal: “En las cárceles tailandesas los funcionarios no quieren discriminaciones, por lo que meter esa ropa de deporte no será fácil, salvo que decida compartirla con sus compañeros".