Laura, una joven de 30 años, ha sido víctima de una ‘estafa del amor’. Un hombre que se hacía pasar por policía y que fue su pareja durante dos años le ha estafado 20.000 euros. Además, le ha dejado varias secuelas psicológicas y físicas.
La trágica historia de Laura
Laura Carrizosa, una joven profesora de inglés en Sevilla de 30 años, se enamoró de un hombre que no fue quien decía ser. Lo que comenzó como una relación idílica se terminó convirtiendo en toda una pesadilla para ella. El hombre, que se hacía pasar por policía, le ha estafado 20.000 euros. Además de los problemas económicos, también le ha dejado secuelas físicas y psicológicas. Tal y como ha explicado en directo en el programa ‘TardeAR’, Laura está viviendo “un infierno” que no le desea a nadie. “Está siendo muy duro dar este paso y es muy complicado para mí, pero debo hacerlo porque creo que hay muchas más víctimas que este hombre tiene detrás. Quiero que mi testimonio sirva para que estas personas se den cuenta de quien es el realmente”, ha señalado afligida en el programa.
Todo empezó a través de una aplicación de citas. Laura estaba atravesando una etapa complicada y decidió buscar consuelo con la compañía de alguien. Ahí fue cuando dio con este hombre que se hacía pasar por un policía de la Unidad de Intervención Policial de antidisturbios (U.I.P.) y con el que pasó dos años de su vida amorosa. De hecho, Laura conectó de inmediato con él y compartieron sus preocupaciones mutuamente. El hombre le explicó los traumas de la infancia que tenía debido a unos supuestos abusos sexuales por parte de su entrenador y las secuelas psicológicas que padecía. A partir de ese momento, se volvió imprescindible para ella hasta el punto de desarrollar dependencia emocional por su pareja.
A pesar de todo, su familia no se fiaba de él. El hombre primero le pidió a Laura pequeñas cantidades dinero desde los 10 hasta los 50 euros con la excusa de que su padre había fallecido sin dejar un testamento, pero si varias deudas que debía pagar. Más tarde llegaron los microcréditos y de ahí pasó a pedirle miles de euros. En total, Laura le proporcionó 20.000 euros. De manera simultánea, Laura empezó a sufrir un trato vejatorio con insultos y humillaciones, incluso delante de sus familiares. También era manipulada en la intimidad. “Él me decía siempre que como había sufrido abusos había determinadas cosas que tenía que hacer. Yo le dije en un principio lo que me gustaba y él me daba a entender que no era válida porque me decía que tenía que formarme más, como que no era suficiente para él. Me manipuló y yo hacía o que él me decía”, señala afligida en el programa.
Más mentiras del estafador
Además de un estafador, el hombre era maltratador que también la asilaba de sus seres queridos. “Mi padre le pidió una foto vestido de policía y en mi familia empezaron a sospechar porque él decía que por sus abusos no se hacía fotos. Me criticaba que mi padre no entendía que era un niño abusado y que tenía sus secuelas. Me hacía sentir mal”, detalla la joven sevillana. En un momento determinado, Laura también empezó a sospechar. “Decía que estaba, supuestamente, trabajando en Sevilla y muchas veces me he pasado por ahí, aunque no estaba. Él me decía que estaba dentro. Tenía excusas para todo”, apunta. Además, aseguraba ser un hombre religioso. De hecho, tal y como cuenta Laura, iban a la iglesia a menudo. “Era una persona que decía que su trabajo era tan duro que necesitaba ir a la iglesia a rezar. Iba a la iglesia con él y hasta se confesaba con el párroco. Luego venía llorando como una magdalena. No podías pensar que una persona así es mala”, ha explicado en ‘TardeAR’.
El hombre no solo resultó ser un estafador. Al parecer, también es un manipulador y un maltratador, que incluso le ha provocado daños físicos. “Me ha dejado una secuela física y actualmente estoy en tratamiento a la vista de si me tengo o no que operar. Es agotador ir de médico en médico y llevo un año con dolores. Cuando tienes dolencias todos los días que te recuerda quien te las ha hecho no puedes pasar página”, explica. En 2023, su hermano destapó la verdadera identidad del hombre que no era quien decía ser. Ni formaba parte del cuerpo de policía ni tenía deudas que saldar. Era un estafador y, al parecer, podría tener varias víctimas. Laura no dudó y denunció al hombre. La joven sevillana sospecha que existen más mujeres como ella porque la policía, trabajadores sociales y abogados aseguran que es un perfil reincidente. Tal y como ha señalado en el programa, su juico se celebrará en dos días y, por ello ha querido dar a conocer su situación con el fin de evitar que más víctimas caigan en su engaño.