Rafael Narbona, profesor de filosofía y uno de los críticos literarios más reconocidos en nuestro país ha abordado algunas de las claves presentes en la búsqueda de la felicidad. En los últimos meses, se ha convertido en uno de los temas más demandados en busca de una vida plena y existe un importante motivo detrás. El experto asegura que se habla tanto de la felicidad porque “no se tiene” y los datos sobre la depresión y ansiedad son un ejemplo de ello. La mayoría cree que la felicidad reside en el dinero o el trabajo, en lo material y en viajar. Aun así, es mucho más simple. Según Narbona, la clave está en el reconocimiento, “el llegar a los demás”.
El camino hacia la felicidad según Rafael Narbona
Rafael Narbona es un profesor de filosofía excelente que ha utilizado esta ciencia para luchar contra sus problemas del día a día. Tras superar un cuadro de bipolaridad y una complicada depresión, ha desvelado su reflexión sobre la clave de la felicidad. La mayoría apuesta por el dinero, un buen trabajo o una relación estable para ser felices. Aun así, la realidad es distinta ya que no todos los que alcanzan estos objetivos llegan a ser felices. “Nadie encuentra la verdadera felicidad en un reloj de cuatrocientos mil euros”, sostiene Narbona. Por otro lado, es cierto que el éxito personal se posiciona como un factor importante para alcanzar parte de la felicidad, pero no es determinante y, además, presenta un problema. El profesor de filosofía asegura que “a veces le damos demasiada importancia a la inmediatez”.
Los expertos en esta materia sostienen que no podemos vivir solo de los logros personales para ser felices, ya que algunos son fugaces y no perduran en el tiempo. “Hay que saber que el éxito puede ser instantáneo, pero también efímero porque hay mucha gente que triunfa y, rápidamente, cae en el olvido”, explica el madrileño ‘Cuerpo y mente’. El experto asegura que la clave de la felicidad no reside en el ansiado éxito personal, sino que es mucho más simple. “Más que el éxito, es importante el reconocimiento, el llegar a los demás”, asegura. Otros expertos de felicidad que trabajan en la Universidad de Harvard avalan esta teoría, y destacan también la calidad de las relaciones personales.
“Para eso, es preciso mantener el ego a raya. Hay que conseguir que no se convierta en un tirano y nos pida aplausos constantemente. Si hacemos caso al ego, nos volvemos esclavos de cosas que no son esenciales. Porque lo esencial es el afecto de tus amigos y seres queridos”, subraya Rafael Narbona. Otra de las claves que destaca el experto y que pueden ayudarnos a alcanzar la ansiada felicidad es el optimismo. “No es simplemente un estado de ánimo. Es una construcción, una manera de afrontar la vida, una creación del ingenio”, señala. Lo cierto es que “se puede elegir ser optimista”, pero no es una tarea sencilla. “El optimismo no debe confundirse con un sentimiento pueril. Ha de ser algo elaborado y premeditado que implique una valoración positiva de la existencia”, sostiene el profesor madrileño. Para muchos, el optimismo puede ser una tarea muy complicada. Aun así, Narbona asegura que es un logro posible para todo el mundo. “Creo que dentro de cada persona hay un caudal de paz que muchas veces ignoramos y que nos puede ayudar a vivir mejor”, subraya.
La importancia de los pequeños placeres de la vida según Narbona
Más allá del optimismo, el experto en filosofía también recomienda disfrutar de los pequeños placeres del día a día ya que “proporcionan mucha calidad de vida”. En este sentido, encontrarle un sentido a la vida es clave según varios psiquiatras y expertos en felicidad. “Quién tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo", son las célebres palabras de Viktor Frankl, superviviente de los campos de exterminio Nazi. Lo cierto es que el sentido de la vida es para cada persona diferente. “Cada uno encuentra el sentido de la vida en cosas distintas. A veces, hay que aceptar que la muerte es necesaria, que es una fuente de renovación, pero ello sin que la muerte física vaya a representar la muerte definitiva, sin que vaya a hacer que desaparezca ese universo brillante que hay dentro de nosotros”, señala el profesor de filosofía. De hecho, para algunas personas la vida contemplativa puede ser símbolo de bienestar mientras que, para otros, es todo lo contrario.
En cualquier caso, el experto asegura que este ejemplo no responde a “una vida ociosa”. “La vida contemplativa de la que hablaban los pitagóricos es la dedicada al estudio, la meditación y la reflexión. El problema es que llevamos unas vidas en las que no tenemos tiempo para leer, escribir o hablar con la familia y amigos. El capitalismo es un pésimo modelo cultural: convierte a las personas en mercancías, pone el trabajo en el centro, invadiéndolo todo, y genera una sociedad desigual. Con más aislamiento y soledad”, subraya. En su opinión, el experto cree que “nos hace falta vivir en grupo”. “Aprender a no herir a los demás y obrar de forma ética”, es otro de los consejos que ha compartido Narbona con el citado medio. Si el experto está en lo cierto, aquí reside la clave de la verdadera felicidad.