Marian Rojas Estapé, experta en bienestar, advierte: "Tenemos hábitos en nuestro día a día que nos están chupando la energía"

La psiquiatra asegura que existen ciertas prácticas detrás del cansancio extremo que debemos modificar para evitar problemas más graves.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Marian Rojas Estapé
Marian Rojas Estapé I YouTube

La vuelta al trabajo, a la normalidad, puede ser para muchos una tarea complicada y cuesta arriba. Ante la falta de rutina, tendemos a sentirnos más casados. Aun así, la realidad es que existen ciertos hábitos cotidianos detrás de este problema que afecta a nuestro estado de ánimo y rendimiento. Según la experta en bienestar Marian Rojas Estapé, la falta de sueño, el desorden y los pensamientos negativos son algunos de ellos.

Los hábitos cotidianos que nos hacen daño tienen solución

Conocer qué nos debilita y qué nos quita la energía es clave para plantear cambios en nuestra vida que nos ayuden a mejorar la calidad de nuestro bienestar tanto físico como mental. Según la conocida psiquiatra Marian Rojas Estapé en una de sus entrevistas de radio, son ciertos hábitos cotidianos que están normalizados los que provocan el grave problema del cansancio. “Yo creo que todos nos hemos dado cuenta en que hay días que estamos sin energía, apáticos, tristes, sin voluntad. Es decir, como si nos hubieran quitado las pilas. A todos se nos hace un mundo levantarnos por la mañana, trabajar, hacer las tareas de casa, estudiar, hacer la lista de la compra… Esto yo lo trabajo mucho en consulta porque es algo que los pacientes no saben qué es, si depresión, un problema de deterioro cognitivo”, señala la doctora. Sin embargo, en la mayor parte de las ocasiones no se trata de un problema de salud.

“Hay veces que puede ser una patología, pero la mayor parte es que tenemos hábitos en nuestro día a día que nos están chupando la energía, la pila”, asegura. Según la psiquiatra, “que el cerebro trabaje de forma inestable no suele ser lo más frecuente” y la realidad es que “las cosas tienen una razón”. El primero de los factores más influyentes es el sueño. “Lo más clave es saber cómo estás durmiendo porque ahí es donde se repara la pila. El ser humano necesita dormir un sueño reparador entre 7 y 9 horas. El porcentaje de personas que funciona con 6 horas es muy pequeño. Hay que aprender a dormir y eso significa que pasas por las fases del sueño, que te reparas, que no te le levantas 50 veces, que no tienes pequeños despertares o que no te levantas con un sobresalto. El sueño es la clave de muchas cosas que nos suceden durante el día. Es decir, la causa del día está en la noche”, explica.

Algo tan sencillo como el orden es crucial para luchar por nuestro bienestar

Tras este problema que se sitúa como el más frecuente también hay que tener en cuenta otros hábitos mucho más sencillos que, a priori, parecen inofensivos como el desorden. “Quita mucha energía porque hace que nos distraigamos con facilidad. También hace que nuestra mente esté mucho más dispersa. La armonía da paz y todo eso te ayuda a recuperarte por dentro, a potenciar el sistema inmune, a encontrarte mucho mejor y en equilibro. Sin embargo, el desorden quita equilibrio. Hace que exista un caos y que inviertas mucho tiempo en buscar aquello que necesitas. Por el contrario, el orden genera mucha armonía mental que nos ayuda a sentirnos mejor”, asegura Marian Rojas Estapé.

Otro de los problemas más silenciosos que ataca a nuestro bienestar es el sedentarismo. “La gente sedentaria se cansa mucho más. Mucha gente piensa que por estar todo el día sentado en una silla delante de un ordenador o en un sofá sin hacer nada debes de estar con mucha energía y es todo lo contrario. Ese sedentarismo inhibe la producción de sustancias en nuestro cerebro que nos ayudan a sentirnos mejor”, explica. Según los estudios científicos que ha consultado la experta, “cuando nos movemos a partir de 15 minutos activamos una sustancia en el cerebro que solo se genera cuando hacemos ejercicio”. “Fortalece las neuronas, nos ayuda a sentirnos mejor y genera sensación de bienestar”, asegura. El problema del sedentarismo no debe pasarse por alto y es mucho más grave de lo que parece. Para evitarlo o solucionarlo, la psiquiatra aboga por moverse lo suficiente al día.

Junto a este, también la alimentación es uno de los aspectos de nuestro día a día que más debemos cuidar. “La comida inflamatoria tiene un pico de dopamina, pero nos desgasta mucho. Todo lo que inflama te quita energía y te hace sentir cansado, triste, sin capacidades de relacionarte bien. En cambio, lo que te desinflama te ayuda a sentirte bien”, señala. Lo mismo ocurre la comida ultraprocesada como las hamburguesas. Para mantener esa estabilidad energética que echamos en falta solo hay que comer una buena carne o un buen pescado junto a una dieta equilibrada. El último de los hábitos a corregir para obtener más energía son los pensamientos negativos. “La rumiación, vivir anclados en el pasado, hacernos la víctima en nuestra cabeza son un problema. El 90% de lo que nos preocupa nunca sucede, pero tiene un impacto directo en nuestro organismo. Nos cansa y nos desgasta”, asegura.

Cambiar nuestro modo de pensar puede ser clave para vivir una vida más activa. Más allá de los hábitos, la experta ha destacado que hay personas más propensas a la inestabilidad por su forma de ser, aunque asegura que los hábitos cotidianos también influyen en su bienestar. “Es verdad que hay personas más inestables que tienen épocas de muchísima energía y euforia y otras donde se hunden y se deprimen de forma muy exagerada. Es cierto que el ser humano tiene algunas épocas donde está más animado y otras donde está más triste, pero hay veces que es sin motivo aparente o hay etapas que no sabemos identificar qué nos está sucediendo”, sentencia.