Qué ocurrió con el millonario legado de Rosario Porto y quiénes fueron sus herederas

El nombre de Alfonso Basterra no aparece en el testamento y no heredará ni un solo euro cuando salga de prisión en 2031

Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 7 de mayo de 2024, 10:01

Gtres
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Rosario Porto, condenada por el asesinato de su hija adoptiva Asunta Basterra, nació en una familia acomodada de Santiago de Compostela y se licenció en derecho, aunque nunca llegó a ejercer. Rosario Porto ostentaba un importante legado valorado en más de 3 millones de euros entre propiedades inmobiliarias, obras de arte, joyas y dinero en sus cuentas. Cuando se quitó la vida en 2020 dentro de su celda en prisión, su gran amiga María Teresa Sampedro, una prima lejana y dos presas de su etapa en Galicia heredaron todo su patrimonio.

El patrimonio de Rosario Porto

Rosario Porto, condenada a 18 años de prisión por el asesinato de su hija adoptiva Asunta Basterra, se licenció en derecho, aunque nunca llegó a ejercer. La madre adoptiva de Asunta Basterra nació en una familia acomodada de Santiago de Compostela. Era hija del reconocido abogado Francisco Porto Mella y de María do Socorro Ortega Romero, profesora de Historia del Arte. Rosario Porto se casó con el periodista Alfonso Basterra, aunque su relación amorosa fue deteriorando con el paso del tiempo. Rosario tuvo un amante que provocó la ruptura de su matrimonio con Alfonso Basterra. La madre adoptiva de Asunta padecía una depresión y se medicaba, en ocasiones, con fuertes dosis de Lorazepam. Aunque a Rosario Porto se le aplicó el protocolo de prevención de suicidio cuando entró en prisión, se quitó la vida en 2020 dentro del centro penitenciario de Brieva, ahorcándose en su celda.

Fue todo un shock para quienes conocían el caso de Asunta y su entrada en prisión. Sin duda, el caso continuó situándose en el foco mediático. Al parecer, Rosario Porto tenía un patrimonio valorado en más de 3 millones de euros entre el que se encontraban cuatro casas, muchas joyas y varias obras de arte. Quienes piensan que Rosario tuvo muchos herederos se equivocan. Fue María Teresa Sampedro Portas, su gran amiga de la infancia, quien recibió la mayor parte de su legado. Rosario Porto la tuvo muy presente cuando preparó su testamento. Al parecer, Sampedro la acompañó en sus momentos más duros durante el proceso judicial y, de hecho, fue la encargada de recoger las cenizas del tanatorio de Asunta. Sin duda alguna, ella y Rosario eran como uña y carne.

Las herederas de su legado

Rosario Porto señaló en su testamento como herederos a su gran amiga íntima María Teresa Sampedro Portas, los dos abogados que la asistieron durante el caso Asunta, una prima lejana y dos reclusas durante su etapa en la prisión de Galicia. El primero de los abogados que se ocupó de su defensa fue Juan Guillán y el segundo, el penalista José Luís Gutiérrez Aranguren. Para sorpresa de muchos, los dos abogados renunciaron a su parte de la herencia. Por otro lado, la prima de Rosario Porto y las reclusas aceptaron el legado que se les había otorgado repartiéndose las joyas, tal y como la madre de Asunta señaló en su testamento. El resto del patrimonio cayó en manos de María Teresa Sampedro Portas. La mujer heredó alrededor de medio millón de euros, las obras de arte, las esculturas y las propiedades inmobiliarias que Rosario poseía. A pesar de los años de vida compartidos con Alfonso Basterra, Rosario Porto no le dejó ni un solo euro.

Entre las cuatro viviendas que Rosario Porto ostentaba se encuentra el famoso chalet de Montouto (Teo), el piso de sus abuelos, el que tenía para vivir junto a su hija y una residencia en la playa en Vilanova de Arousa. María Teresa Sampedro vendió el piso de los abuelos de Rosario y con ese dinero se hizo cargo de las tasas correspondientes al patrimonio. Por toro lado, alquiló el piso ubicado en Doctor Teixeiro. La mejor amiga de Rosario Porto disfruta la vivienda de la playa junto a su familia, mientras que el chalet solo le ocasiona problemas. La vivienda de Montouto, donde habría muerto Asunta Basterra, llegó a estar valorada en un millón de euros, pero todavía no ha conseguido venderla.

Desde hace años, el chalet se ve habitado temporalmente por okupas. De hecho, María Teresa ya interpuso una denuncia al juzgado de instrucción de Santiago para solicitar la desocupación de la enorme casa. Desde que Rosario Porto y Alfonso Basterra entraron en prisión, nadie se ha encargado de la manutención de la vivienda. La maleza se ha hecho con la piscina, el patio interior y los caminos de la parcela.  Según las últimas fotografías que han trascendido de ‘El Correo Gallego’, la infraestructura de la vivienda ha sufrido un notable deterioro. Además, el chalet sufrió incluso un incendio que deterioró tanto el exterior como el interior de la vivienda.

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