A día de hoy, el crimen que acabó con la vida de Asunta Basterra es toda una incógnita, pese a las numerables pruebas que se presentaron para condenar a sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, a 18 años de prisión. Entre las mayores incógnitas se sitúa el móvil que impulsó a los padres a cometer el asesinato de la pequeña de 12 años. También se cuestiona que ninguno de los dos asumiera la autoría del crimen aun siendo condenados por ello. Sin duda alguna, el caso ha sido uno de los más mediáticos de la última década en nuestro país. Muchos se preguntan ahora qué fue de la vivienda donde Asunta Basterra fue asesinada por asfixia después de ingerir 27 pastillas de Lorazepam tal y como señala a investigación policial.
La vivienda donde murió Asunta Basterra
El chalet de Montouto (Teo) es la principal huella del crimen de la pequeña Asunta Basterra que, una década después, está siendo habitado por okupas. María Teresa Sampedro, la heredera de Rosario Porto, pretende recuperar cuanto antes el chalet. De hecho, ya ha interpuesto una denuncia al juzgado de instrucción de Santiago para solicitar la desocupación de la enorme casa que llegó a estar valorada en un millón de euros. Además de solicitar el desahucio de las personas que habitaron la vivienda hace años, el requerimiento solicita que los okupas se hagan cargo de los destrozos que han provocado en el interior de la finca, ya que una reforma completa de tal magnitud supondría una inversión valorada en cientos de miles de euros.
Al parecer, según las últimas fotografías que han trascendido de ‘El Correo Gallego’, la infraestructura de la vivienda ha sufrido un notable deterioro. De hecho, todo señala que, desde que Alfonso Basterra y Rosario Porto entraron en prisión, no se han realizado trabajos de mantenimiento. En consecuencia, la maleza se ha hecho con el interior de la parcela apoderándose de la piscina y de los caminos. Además, en 2020 se produjo un incendio en el interior de la vivienda que arrasó con gran parte de su infraestructura. Todavía se desconoce cómo se originó y si los okupas fueron los responsables del incidente. Por si fuera poco, a estos desperfectos se suma un estigma sobre el lugar donde Asunta Basterra fue asesinada. Por todos estos motivos, la vivienda estaría valorada ahora en unos 150.000 euros, como máximo. El objetivo de María Teresa Sampedro cuando consiga desocupar la vivienda será ponerla en venta cuanto antes.
El último lugar que Asunta visitó con vida
Según las investigaciones policiales, la pequeña Asunta Basterra de 12 años murió por asfixia en el chalet de Rosario Porto en Montouto (Teo). Fue en este lugar donde se encontraron varios trozos de la misma cuerda con las que apareció el cuerpo sin vida de Asunta. No se conoce con certeza el lugar exacto en el que la pequeña fue asesinada, pero se supone que fue en el interior de la vivienda y, tal vez, en una de las habitaciones. Tal y como señalaron las investigaciones policiales, esta vivienda habría sido el último lugar que Asunta visitó con vida.
Quién es la heredera de Rosario Porto
María Teresa Sampedro, más conocida como ‘La Nena’, era una gran amiga de la infancia de Rosario Porto. Cuando la condenada a 18 años de prisión se quitó la vida ahorcándose en su celda en 2020, María Teresa se convirtió en su única heredera. Los abogados renunciaron a parte del testamento que Rosario había destinado. Por el contrario, Alfonso Basterra no era un nombre que apareciera en el testamento, por lo que no recibirá ningún bien de la herencia de Rosario cuando salga de prisión en 2031. El patrimonio que poseía la madre adoptiva de Asunta Basterra supera los tres millones de euros entre joyas, cuatro viviendas y varias obras de arte.
Tan grande era la unión de amistad entre María Teresa Sampedro y Rosario Porto que la amiga fue la encargada de recoger las cenizas de la niña del tanatorio cuando la acusada fue detenida. De hecho, incluso en las cartas que escribió Rosario desde prisión menciona a su buena y gran amiga María Teresa. En todo momento, su confidente de la infancia le mostró apoyo incondicional y la acompañó en todos y cada uno de los momentos más duros que Rosario vivió durante el proceso judicial.