Lo que es verdad y mentira en 'Monstruos', la serie de Netflix sobre los hermanos Menéndez

Hay una traumática escena que hace desconfiar a los ya muchos fans de la serie: en 'Lecturas Diario' desvelamos si fue real o solo una trama inventada para conseguir audiencia

Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Actualizado a 23 de septiembre de 2024, 18:52

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La serie estrenada por Netflix el 19 de septiembre Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez ha hecho explotar redes sociales y otros espacios sociales más tradicionales. Hay a quien le está enamorando la producción audiovisual sobre los hermanos Menéndez, sentenciados a cadena perpetua por el asesinato a balazos a sus padres millonarios en Beverly Hills, Los Ángeles, mientras que otros opinan fervientemente que se ha retratado a estos dos famosos individuos de una forma engañosa, alejándose a kilómetros de lo que ocurrió realmente en agosto de 1998, día en el que perpetraron el espantoso crimen.

Vayamos con una de las inexactitudes que publica la web de Antena 3. ¿Era Lyle Menendez realmente calvo? Pues bien, Erik y su hermano -que eran tan solo unos adolescentes cuando planearon y llevaron a cabo el crimen premeditado- protagonizan una secuencia muy desagradable con su madre, interpretada por Chlöe Sevigny, en la serie. Y es que esta le tira del pelo y se le cae una peluca, ante la atónita mirada de su asustado hermano.

Sobre la peluca de Lyle, obligado desde bien pequeño por su tirano padre

Pues sí, esto puede ser verdad. No tanto si este episodio de maltrato tan específico llegó a ocurrir justo de esa manera, sino que pudo perfectamente suceder. Al parecer, su multimillonario padre, José Menéndez, le obligó a raparse y ponerse peluquín postizo. Este, según cuenta la serie ahora y el propio Lyle durante los dos juicios sucedidos en los 90, estaba obsesionado con que su hijo iba a conseguir una carrera política de mucho éxito y para ello debía mostrar una imagen implacable, con un cabello bonito y abundante.

En cualquier caso, un libro escrito por el periodista Robert Rand -especializado en el caso- pocos años después de la polémica sentencia que dividió Estados Unidos, detalla que una escena similar: “durante una discusión Kitty, la madre de los Menendez, le arrancó el peluquín a Lyle de un solo tirón. Y Erik, quien no sabía nada del peluquín, se quedó sorprendido”, replican en el digital de Antena 3.

La nueva información que podría dar contenido a una segunda temporada del caso

La serie, que se ha producido como un caso completamente cerrado, podría tener una inesperada segunda temporada también por la nueva información que hace solo algo más de un año salió a la luz y puede cambiar, ahora, el futuro de los dos hermanos que comparten actualmente prisión.

Roy Roselló denunció en mayo de 2023 ser víctima de una supuesta agresión sexual de José Menéndez hace más de 20 años, cuando él solo tenía 13 años y formaba parte de la exitosa banda infantil, por aquel entonces, llamada 'Menuda’. Callado durante tantos años, por fin desvela su traumática vivencia que ya ha sido aportada como prueba por Gardner, el abogado de los hermanos Menendez para revocar su sentencia. 

El padre, José Menéndez, supuestamente violó a un cantante de 13 años

Según ha contado en la declaración jurada, el excantante habla de una noche en la que el multimillonario, que hace varias décadas era el vicepresidente de la compañía discográfica del grupo infantil que lo lanzó al éxito, le dio "una copa de vino" y, minutos después, dejó de tener el “control” sobre su propio cuerpo. Sin darse casi cuenta, se vio en una de las habitaciones de la casa del empresario en Nueva Jersey donde este presuntamente le violó.

Si esto es aceptado como prueba por la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles, una pequeña esperanza se abre para los dos hermanos parricidas. Porque además, ha sido complementada por una carta escrita a mano de Eric a su primo, ocho meses antes de cometer el crimen. "He estado tratando de evitar a papá. Sigue sucediendo, Andy, pero ahora es peor para mí... Todas las noches me quedo despierto pensando que podría entrar... Tengo miedo. Está loco. Me ha advertido cientos de veces que no se lo cuente a nadie, especialmente a Lyle", dice en ella un niño que no es ni siquiera capaz de verbalizar la barbaridad a la que estaba siendo sometido por su propio padre.
 

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