¿Qué es la reduflación? La práctica que reprocha la OCU a las marcas y tacha de "estafa"

La OCU asegura que los envases de los productos que se adquieren en un supermercado son cada vez más pequeños mientras que su precio no deja de aumentar.

Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 27 de septiembre de 2024, 07:48

CANVA
Volver

Los consumidores españoles están cansados de afrontar el incremento de los precios en la cesta de la compra. Así lo demuestra la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) quien denuncia esta situación. No obstante, señala que existe una problemática todavía mayor en relación con este aumento. Según denuncia, los envases contienen cada vez menos producto mientras que su precio que no deja de incrementar.

La reduflación: un problema real para los consumidores

Según la OCU, la reduflación “ya es un hecho”. Mientras que los precios no dejan de aumentar como consecuencia de la inflación, las marcas reducen cada vez más la cantidad de sus productos. En consecuencia, los consumidores compran menos cantidad a un precio mayor. Se trata de una práctica muy sutil que las distintas marcas llevan a cabo para recudir sus costes y que, además, es cada vez más común. De hecho, así lo demuestran los distintos envases. Mientras que un recipiente de cacao en polvo podía contener 800 gramos hace un año, ahora tiene 760. Es decir, 40 gramos menos. La misma organización también denuncia que “es una práctica muy extendida”.

Según la OCU, la reduflación se lleva a cabo hasta en 20 marcas que pueden incluirse con facilidad en una cesta de la compra normal. Aunque es una práctica indignante para los consumidores que afrontan cada día un coste mayor en el precio de los alimentos, hasta el momento no es una situación ilícita. Así lo señala el periodista Javier Ruiz en ‘rtve’. “No hay nada de ilegal en esto, simplemente es cada día más común”, explica. Lo cierto es que esta práctica se utiliza por las marcas como una estrategia de marketing. No obstante, los consumidores lo tachan de “engaño”. “Pagamos lo mismo, pero recibimos menos”, asegura el periodista en el citado medio. Por su parte, las marcas que se encargan de la producción de estos envases justifican su estrategia en la equiparación de los procesos de producción.

También se excusan en el encarecimiento en los precios de importación de las materias primas y en los costes del transporte o de la mano de obra. La única certeza hasta ahora según los datos recogidos es que esta práctica es cada vez más habitual. Los productos en los que más se ha notado este impacto son las mantequillas, los paquetes de pescado, los polvos de cacao, los paquetes de pasta, embutidos o las bolsas de patatas. Hace solo dos años, las cantidades de los productos que comprábamos habitualmente en el supermercado disminuyeron entre un 5% y un 10% según la OCU. Ahora, este porcentaje es todavía mayor.

La OCU alerta: mucho cuidado con las etiquetas en los productos

Los expertos de esta organización también denuncian que las marcas traten de disfrazar esta situación “bajo cambios de formato”. En ocasiones, modifican los envases de un producto para que la reducción de su contenido pase desapercibida. Esta situación destaca en los recipientes que contienen líquidos como ocurre con las bebidas, detergentes y otro tipo de productos de limpieza. Un ejemplo de los más evidentes es la botella de 2 litros de Cola, la cual ha dejado de existir. En su lugar, ahora se comercializa la de 1,75 litros y su precio no ha disminuido. Según la OCU, no hay ningún producto que se escape de esta situación. De hecho, incluso los paquetes de galletas sufren esta práctica. Además, la OCU ha puesto el foco en los productos que contienen etiquetas llamativas como “oferta”, “promoción especial” o “descuento”. Los expertos aseguran que no hay que fijarse en este tipo de alimentos sin más, sino que hay que comparar su precio por kilo y el supuesto descuento que se aplica a precio final para evitar ser engañados.

“Fíjate en el contenido que muestra el envase o, mejor aún, en vez de comparar el precio por producto o por envase, compara el precio por unidad de medida, por kilo, por litro o por metro (o 100 ml en los productos cosméticos o de higiene). Solo así sabrás cuál es la opción realmente más económica”, señala la OCU. Los expertos de esta organización animan a los consumidores a compartir esta situación en redes sociales cuando la presencien en algún supermercado. Para evitar que la falta de contenido en los envases sea muy llamativa, los productores rellenan el resto de las bolsas con aire. En definitiva, solo perciben esta situación aquellos consumidores que se paran a observar la cantidad de los productos que compran habitualmente y los compara con la de hace años. No obstante, Javier Ruiz ha lanzado un consejo clave para sobrellevar esta situación. “Lo que hay que hacer siempre es mirar el precio por kilo o por litro, algo que la ley obliga a poner a los establecimientos comerciales, y comparar en el mercado valorando cómo evoluciona, si tenemos memoria o con alguna anotación”, explica.

Rechazar y suscribirse

Si quieres actualizar tus preferencias de consentimiento haz click en el siguiente enlace