Qué es la 'onicofagia', el hábito que padece una de cada cuatro personas en España y por el que casi muere un joven

Mario Colomina tuvo que someterse a una cirugía a corazón abierto tras contraer una bacteria

Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 10 de junio de 2024, 17:46

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En España, alrededor de 7 millones de personas sufren 'onicofagia', una patología comúnmente conocida como “morderse las uñas”. Es una conducta compulsiva que se desarrolla habitualmente en edades tempranas e incluso durante infancia. Como resultado, este comportamiento no solo afecta a la estética de los dedos, sino que, también influye en la salud de las personas. Una de las problemáticas más graves que pueden surgir son las patologías por contagio, ya que las manos son una de las partes del cuerpo más antihigiénicas. Estas están constantemente en contacto con todo lo que nos rodea desde que salimos de casa hasta que nos vamos a dormir. El transporte público, la calle e incluso el dinero que tenemos en la cartera son algunos de los espacios que más patógenos poseen.

Los expertos estima que en cada mano podemos tener más de 4.700 bacterias de más de 100 especies distintas. En este sentido, cuando una persona se muerde las uñas se está llevando a la boca casi 5.000 bacterias pudiendo contraer alguna afección por vía oral. De hecho, este riesgo a contraer ciertas infecciones tras al ingesta de bacterias que se encuentran en nuestras manos es real. Es el caso de un joven que contrajo la 'Staphylococcus aureus' a través de los uñeros tras morderse las uñas. Tal y como ha explicado en 'Espejo Público', Mario Colomina tuvo que ser intervenido quirúrgicamente a corazón abierto tras una complicación de esta bacteria. Según cuenta el joven, la bacteria alcanzó la válvula mitral del corazón e hizo allí un "nido".

Un 15 % de la población se muerde las uñas

Aunque no existe una causa exacta que origine el impulso de morderse las uñas, los expertos lo asocian a un problema de ansiedad. Para muchos, este comportamiento es una vía de escape para situaciones de frustración, tensas o de mucho estrés y afecta, habitualmente, a personas nerviosas. Según los últimos datos, una de cada cuatro personas se muerden las uñas en nuestro país y aunque muchos piensen que solo es una costumbre antiestética, realmente no es así. Morderse, e incluso comerse las uñas es un hábito perjudicial para la salud y antihigiénico. Cuando nos mordemos las uñas estamos dañando también la dentadura con un sutil desgaste de los dientes. Algunos de los problemas dentales que se pueden ocasionar son dientes torcidos, gingivitis o caries. Con el paso del tiempo, este hábito puede tener consecuencias muy dañinas para la salud. Conchi, una mujer española de 59 años, padece 'Onicofagia' y se muerde las uñas desde que era pequeña. "Es muy desagradable. Es un TOC que tengo desde siempre y he intentado varias veces dejarlo con remedios caseros pero no soy capaz.Me las muerdo cuando estoy alteradao cuando estoy muy concentrada leyendo o viendo la televisión. Es una manía muy fea que tengo e intento llevarlo lo mejor que puedo", asegura. 

La peor de las consecuencias se produce en los propios dedos que pueden deformarse con el paso del tiempo e incluso donde pueden surgir afecciones relacionadas con las uñas como los uñeros. En casos muy extremos puede llegar a perderse la uña o que no crezca con normalidad. Las lesiones más leves y habituales son los pequeños sangrados, aunque hay que tener mucho cuidado porque podrían acabar con algún tipo de infección como el citado anteriormente.

Cómo evitar morderse las uñas

Dejar de morderse las uñas no es imposible, aunque sí bastante complicado. En general, los hábitos asociados a conductas impulsivas y compulsivas son más complejas. Ya existen algunos productos para ayudar a superar la onicofagia como esmaltes transparentes que tienen un olor y sabor desagradable. Esto pretende impedir o al menos dificultar a la persona en cuestión morderse las uñas. También existen cremas o lacas que tienen esta misma función.

Otras opciones caseras sin necesidad de invertir mucho dinero son masticar chicle y usar tiritas o guantes. En general, el objetivo es tener la mente ocupada o simplemente poner una pequeña barrera que nos impida morder las uñas. Está claro que la onicofagia no se supera de un día para otro, es un procedimiento progresivo y, habitualmente lento. Para que el proceso no sea tan tedioso, los expertos animan a probar distintos remedios y poco a poco, el hábito de morderse las uñas desaparecerá.

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