El dinero y el amor no siempre van de la mano: así funciona la calculadora de las parejas

Bizum, una cuenta bancara conjunta o dinero en mano, estas son las alternativas de pago para compartir los gastos

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Calculadora
Europa Press

Mantener una buena situación financiera en pareja no es fácil para muchos. Hay quienes están acostumbrados a invitar en una cena o a ser los invitados cuando quedan con su pareja, pero lo cierto es que esta costumbre se está perdiendo cada vez más. Son las generaciones ‘Z’ y ‘Milenial’ las que más costean sus gastos a medias.

Cómo organizar las cuentas en pareja

Hoy en día, existe una gran variedad de métodos de pago que facilitan la división de los gastos. Entre la variedad de opciones, hay quienes comparten una cuenta bancaria, los que se encargan de los gatos por días o incluso quienes hacen un ‘bizum’ para compensar un pago.

Hemos hablado con Miguel, un joven de 24 años que lleva 6 años con su pareja y con la que vive desde hace un año. “Al principio nos turnábamos para pagar actividades como ir al cine o salir a cenar. Desde que vivimos juntos compartimos los gastos por igual. Todavía no tenemos una cuenta conjunta, aunque nos lo hemos planteado. Nosotros nos hacemos bizum para llevar siempre los gastos al día”, asegura Miguel.

Pablo, un joven de 30 años, también comparte todos los gastos por igual con su pareja, tras diez meses de convivencia. “Nos organizamos mucho para que ninguno asuma más carga económica que el otro”, señala. Esta es la realidad del 93% de los jóvenes de entre 25 y 29 años, quienes prefieren compartir los gastos por igual.

Aun así, un 23% de ellos piensan que los gastos se deben pagar según el porcentaje de ingresos. Es decir, la persona que mayores ingresos reciba será quien debe costear una mayor parte de los gastos. Este es el dilema que surge en muchas parejas cuando tienen un nivel de ingresos muy diferente, por ello, en la mayor parte de los casos se propone la opción “50/50”. La asesora financiera, Maggie Germano, ha explicado en el medio ‘BBC Mundo’ que lo más coherente es que las contribuciones comunes se adapten a los ingresos de cada uno. Por ello, habla de porcentajes.

Pagar a parte iguales se traslada a todos los campos de la vida cuando dos personas comparten su día a día, aunque la disparidad de opiniones y los problemas no tardan en aparecer cuando se trata de la vivienda.

Comprar una vivienda en pareja

La compra en pareja de una vivienda puede hacerse en distintas aportaciones, pero es muy importante que quede registrado para evitar conflictos en el futuro. Según el informe “Radiografía del mercado de la vivienda en 2023” de ‘Fotocasa Research’, en España el 34% de los propietarios poseen un inmueble como copropietarios. Cuando dos personas se van a hacer con la propiedad de un mueble, una puede aportar el 50% del coste, mientras que la otra puede pedir una hipoteca. Costear la mitad del precio de una vivienda se debe hacer como abono de la parte de la compra y no como una donación.

La manera más fácil de comprar una vivienda es hacerlo a través de dos avalistas. De esta forma, el banco o el vendedor en cuestión se asegura que ambas partes continuarán costeando el pago del inmueble. En caso de separación o divorcio, lo más sencillo es vender la vivienda y repartir las ganancias entre ambas partes, cancelando también la hipoteca de esta.

La importancia de mantener un compromiso con los gastos

Un estudio de la Universidad de Harvard asegura que las parejas que cuentan con una transparencia económica y comparten sus finanzas tienen una relación más estable y saludable. Además, esta refuerza la comunicación, el compromiso y la capacidad para tomar decisiones.

La influencer  Oriana Marzoli no comparte la opinión de aquellas personas que comparten los gastos. "A medias nunca, eso no existe, no hay posibilidad. Eso de que un chico no saque la cartera me da mucho rechazo, no hay segunda cita", asegura. 

En definitiva, compartir la vida no es una tarea fácil para muchos, pero es posible. Cada vez existen más medios y más alternativas para igualar el coste de los gastos entre dos personas. Para ello, la organización es clave.