La despoblación rural en España no es ninguna sorpresa. Es una situación que existe desde hace varios años en nuestro país. De hecho, con el objetivo de combatirla, el Gobierno de España mantiene proyectos autonómicos para hacer frente al reto demográfico. A pesar de todo, son muchos los pueblos que se encuentran al borde de la desaparición con apenas dos habitantes o, incluso, sin un solo vecino. Muchos de ellos conservan únicamente las ruinas que los vio crecer.
La España vaciada
El medio rural de España forma parte de la rica historia del país y sus tradiciones. A pesar de ello, cada vez son más quienes migran a las grandes ciudades y terminan olvidando los pueblos donde nacieron. El envejecimiento y la falta de nacimientos provoca el despoblamiento rural de algunas zonas hasta que terminan desapareciendo, aunque cada lugar tiene su propia historia. Es curioso que varios de los pueblos que se encuentran al borde de la desaparición están ubicados al norte, en la comunidad aragonesa. Es el caso de Escó, situado al norte de Zaragoza. Según los últimos datos del INE, en 2022 el pueblo poseía tan solo 3 habitantes. Su final se auguró con la construcción del embalse de Yesa, en 1960, junto al que se sitúa. Este depósito de agua supuso un problema para las tierras fértiles y poco a poco obligó a sus habitantes a abandonar el pueblo. En los años cincuenta este lugar tenía alrededor 250 habitantes y desde hace varios años se ha convertido en un pueblo “fantasma” con solo 3 personas viviendo en él.
Tiermas sufrió un destino similar con la llegada del embalse de Yemas. En 1959 tenía alrededor de 776 habitantes, pero con la llegada de las aguas que terminaron cubriendo casi por completo las casas provocó su abandono en los años sesenta. A pesar de ello, todavía se visita para presenciar lo único que queda del pueblo, las ruinas de las termas romanas. Otro de los lugares de Zaragoza que se encuentra al borde de la desaparición es Villanueva de Jalón. Durante sus inicios, contaba con más de 100.000 habitantes y en 2001 la torre de su iglesia fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Con el transcurso de los años, su población fue migrando a las áreas urbanas mas cercanas y apenas cuenta ahora con un par de casas ocupadas.
Lo mismo ocurre en Teruel con La Estrella, una aldea medieval en la que no existe ni un solo habitante. Sus casas fueron abandonadas con el paso del tiempo hasta que en 2023 los últimos dos habitantes también se marcharon. En la actualidad, está totalmente despoblado, aunque en él residen algunos edificios históricos como la escuela o la iglesia, que se siguen manteniendo. Matallana, en Guadalajara, no tardará en quedar despoblado. Allí residen los últimos 4 habitantes para evitar que el pueblo quede en el olvido. El resto de los vecinos fueron migrando poco a poco en busca de oportunidades.
Ochate, en Burgos, es otro de los pueblos “fantasma” de España. Se le conoce por las leyendas y misterios que alberga su historia, ya que fue abandonada a finales del siglo XIX. Todavía siguen en pie las ruinas que son visitadas por los más curiosos. En Cáceres, Granadilla fue prácticamente sustituido por el embalse Gabriel y Galán. Con su construcción en los años sesenta, el pueblo fue desalojado por completo. Todavía se le sitúa en el mapa y, de hecho, se está restaurando por haber sido declarado conjunto histórico artístico. Turruncún destaca por sus dos habitantes que viven en el pueblo además de su nombre. Ubicado en La Rioja, llegó a contar con 300 habitantes en el siglo XX. Este pueblo es el claro ejemplo de despoblación por quienes buscaban nuevas experiencias y oportunidades.
Causas despoblamiento rural
Entre las causas más frecuentes de despoblamiento rural se encuentra la falta de oportunidades laborales y de recursos. Por este motivo, los más jóvenes migran a las grandes ciudades con el objetivo de desarrollar una carrera educativa y encontrar, posteriormente, un trabajo digno de sus ambiciones. Una vez que los jóvenes se instauran en las ciudades, forman sus vidas y terminan olvidando el pueblo donde nacieron. En algunos casos vuelven, aunque lo hacen solo para veranear en aquella antigua casa del pueblo que los vio crecer. La España vaciada es el resultado de falta de empleos en las regiones rurales.