SOSDesaparecidos, por desgracia, en una asociación bastante popular porque siempre ayuda a la difusión de esos nuevos desaparecidos que, casi semanalmente y por diferentes motivos, se esfuman de las vidas de sus seres queridos. Pero no es la única: Paco Lobatón lidera, también, otra organización con mismo fin solidario: QSDGlobal.
La Fundación, que conserva las siglas de su mítico programa de TVE en los 90 sobre desaparecidos -Quién sabe dónde- mantiene la misma esencia de aquel famoso espacio televisivo que dio excesiva cobertura, para los más críticos, de casos tan duros para el país como fue el de las niñas de Alcácer. El comunicador no cuenta ya con esa lustrosa ventana que ayudaba y mucho en la búsqueda de nuestros desaparecidos, pero QSDGlobal ahora tiene otra incluso más efectiva para los tiempos que corren: Internet y las redes sociales.
Su difícil reto ya en marcha: el Estatuto de la persona desaparecida
Así pues, Paco Lobatón continúa en la lucha que ya empezó en televisión el siglo pasado. Podría decirse que es su principal ocupación, canalizada inteligentemente a través de su fundación. Experiencia y medios (humanos y técnicos) que pone a disposición de desaparecidos como, por ejemplo, Alejandro Martín, del que recientemente se ha encontrado su cuerpo sin vida en las inmediaciones de un pantano en León.
También podría decirse que la importante misión que le tiene en vilo todo el tiempo es su gran vocación a día de hoy. Y es que de QSDGlobal no quiere que los desaparecidos españoles caigan en el olvido, aunque no se les encuentre o la mayoría, tristemente, aparezcan pero sin vida. Por ejemplo, desde hace un tiempo esta es otra de sus ambiciones: “El proyecto más importante es el estatuto de la persona desaparecida, proyecto en el que están implicados ya juristas muy importantes de nuestro país y que esperamos que llegue al Congreso y se convierta en un nuevo instrumento para que los casos de desaparecidos no sean sobreseídos o archivados con el consiguiente sentimiento de abandono que tienen las familias que pasan por estas circunstancias”, explicó para ‘De la tele a la radio’.
'El legado de Diana Quer', punto de inflexión para Lobatón
Pero su lucha contra el olvido y la reclamación del derecho de las familias a que sus desaparecidos no dejen de ser buscados no permite ‘barra libre’ para abordar sin límites estos casos en los medios de comunicación, imprescindibles por otro lado para su más amplia difusión. Y aunque no desvela si lo denuncia tras hacer ‘examen de conciencia’ por presentar, ya en los 90, un programa que abordó con especial frivolidad e incluso desafortunada espectacularidad el caso de las niñas de Alcácer, lo cierto es que en uno de sus últimos libros pone el foco sobre este problema que los políticos no terminan de resolver. Es el derecho a la intimidad y el respeto del desaparecido.
‘Te buscaré mientras viva’ dedica un capítulo completo a los límites de la información en la cobertura de casos de desaparecidos, usando como ejemplo pragmático el suceso de Diana Quer. “Está planteado como un ejercicio de reflexión conforme a algunas de las cosas que se hicieron, pues supusieron la transgresión de principios básicos como por ejemplo la verificación de la información que se transmite pero sobre todo el sentido del respeto que debe reinar en cualquier tratamiento informativo de situaciones dolientes, y una desaparición lógicamente lo es. Nosotros con la fundación hemos elaborado una guía de buenas prácticas periodísticas que se resume en dos mandamientos principales: que ningún tratamiento suponga aumentar el dolor a la familia y que no haya interferencia de la labor policial porque se puede llegar a poner en peligro la vida del desaparecido” explica también en el blog De la tele a la radio.
Empatizamos más con los desaparecidos adolescentes
Porque no hace falta decir que, al final, los medios tradicionales -sobre todo las televisiones- lo que buscan es audiencia y rentabilidad. Por ello las desapariciones más sonadas fueron, en su día, la de Diana (18) o la de Gabriel -era menor- y hoy han sido las de Jay Slater (19) o Alejandro Martín (35). Probablemente, como espectadores nos dé más pena la desaparición de alguien que empieza a vivir a la de alguien de 80 o 90 años que se desorienta por Alzheimer.
Hay un dato alarmante, que de alguna forma justifica mejor la casi desproporcionada cobertura de información sobre desaparecidos jóvenes. O muy jóvenes. Según RTVE.es, casi la mitad de los 15.126 desaparecidos en nuestro país durante 2023 fueron menores. Son datos del pasado año, pero seguramente en 2024 las escalofriantes cifras sigan siendo las mismas. Muchos serán los mismos desaparecidos. Paco Lobatón y su fundación QSDGlobal, o SOS Desaparecidos, seguirán incansablemente al lado de quienes por cada día que pasa se vuelven más invisibles. Luchan y seguirán luchando contra su desmerecido pero fácil olvido.