Mario Alonso Puig, experto de Harvard, sobre las pausas reparadoras: "Hay múltiples tipos para que el cerebro empiece a funcionar mejor"

El experto en bienestar y divulgador científico asegura que hay que "parar para reparar, porque si no se acumula toxicidad".

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Mario Alonso Puig
Mario Alonso Puig I YouTube

El experto de Harvard y una de las mentes más brillantes de nuestro país, Mario Alonso Puig, ha desvelado la importancia de hacer pequeñas pausas reparadoras en nuestro día a día para preservar nuestro bienestar físico, emocional y mental. Aunque, a priori, parece una tarea un tanto complicada, lo cierto es que es mucho más sencillo de lo que parece. El experto en cirugía ha dado a conocer algunos hábitos reparadores y sencillos que pueden cambiar nuestra vida por completo.

Una pequeña pausa puede prevenir los altos niveles de estrés

En una sociedad donde la inmediatez se ha convertido en el día a día de la mayoría, los expertos en salud abogan cada vez más por la necesidad de descansar para reparar el cuerpo y la mente. Por simple que parezca, todavía hay muchas personas que carecen de esta capacidad y lo cierto es que es mucho más dañino para la salud de lo que parece. El conocido conferenciante y especialista en cirugía general, Mario Alonso Puig, asegura quela falta de descanso afecta a nuestra productividad, así como, también, al estado de ánimo. Por este importante motivo, subraya la necesidad de tomar pequeños descansos cada cierto tiempo en momentos de concentración. "El cerebro humano, aproximadamente, cada 90 o 120 minutos tiene que parase. Parar para reparar, porque si no acumula toxicidad", explica en la emisora de radio 'Cope'.

Esta necesidad surge de la actividad constante a la que nos sometemos en ocasiones y de una serie de comportamientos que lleva a cabo el cuerpo humano. "Hay una serie de ciclos que se llaman los ciclos ultradianos. Son de menos de un día y son los ciclos que utiliza el organismo entre otras cosas para repararse. La actividad intensa después de ese tiempo tiene que pararse unos 10 minutos, sencillamente, para hacer algo que le atraiga desde cerrar los ojos y concentrarse en la respiración hasta ver algo que le gusta o cerrar los ojos y escuchar música. Hay que hacer un ejercicio de relajación que hay múltiples tipos para que el cerebro empiece a funcionar mejor", asegura Puig. 

El experto ha querido destacar en el citado medio que unas largas vacaciones no son estrictamente necesarias para despejar nuestra mente y resulta suficiente con pequeños descansos. "No se trata de decir, necesito 10 días de reparación. Se trata de ir respetando esos ritmos ultradianos. Cada 90 minutos aproximadamente, 5 o 10 haz algo que de alguna manera te entretenga y te saque de eso. Cualquier cosa que sea muy sensorial y muy poco mental, desde cuidar una planta, hacer una pequeña receta, darte un paseo, cerrar los ojos y concentrarte en la respiración. Tienes que llevarlo del mundo mental al mundo sensorial", asegura. Lo cierto es que esta evidencia científica se ve reflejada cada día en quienes exprimen sus horas al máximo sin descansos.

Poco después, aparece la falta de rendimiento e incluso los problemas de salud. "Es que si vamos arrastrando ese desgaste a lo largo del día nuestro nivel de eficiencia va bajando. Nunca es para para holgazanear, para vaguear. Es parar para estar bien, físicamente, mentalmente y anímicamente. Lo que pasa es que, en nuestra sociedad que tiene cosas tan buenas y otras tan equivocadas, cuando hacemos esa paradita da la sensación de que aquí hay demasiada holganza, porque parece que si no estás haciendo algo no estás funcionando bien", señala el experto en bienestar. De hecho, Mario Alonso ha subrayado la diferencia entre la eficacia y el estar de un lado para otro para demostrar que estar quieto no significa ser productivo. "Una cosa es moverse y otra ser eficaz. Hay gente que se mueve mucho y es muy poco eficaz y hay quien se mueve poco y es muy eficaz", asegura.

Organizar el tiempo de trabajo es clave

Para evitar los problemas de rendimiento y productividad que menciona Puig, una buena organización del tiempo es clave. De esta forma podremos esquivar futuras crisis de trabajo y otro tipo de problemas. Los expertos en bienestar aseguran que una buena planificación también es clave para evitar altos niveles de estrés o ansiedad, ya que esta suele aparecer junto a las grandes cargas de trabajo. Además, la planificación también puede ayudarnos a mejorar nuestros niveles de concentración y productividad a largo plazo ya que el tiempo que hemos preparado para trabajar se aprovechará al máximo. En definitiva, es un hábito que cualquiera debería incorporar a sus vidas con el objetivo de encontrar en ellas en un nuevo cambio enfocado al bienestar.