El estremecedor testimonio de Valentín tras recibir una brutal paliza por pedir silencio

El hombre de 58 años recibió varios puñetazos en el rostro por pedir silencio durante la madrugada del pasado domingo en Ferrol.

Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 3 de septiembre de 2024, 14:22

'Y ahora Sonsoles' I Atresmedia
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Valentín, un vecino de Ferrol (A Coruña), casi pierde la vida por pedir silencio. El hombre de 58 años recibió una brutal paliza en las inmediaciones de su domicilio que le ha dejado la cara destrozada. Según cuenta, fueron dos de los jóvenes que armaban ruido en la calle quienes aporrearon su puerta para acceder a su vivienda. Valentín ha aparecido en distintos programas de televisión para contar el infierno que vivió la madrugada del pasado domingo.

El motivo por el que Valentín abrió la puerta de su domicilio a los agresores

Valentín todavía está “aturdido” y vive con el susto en el cuerpo tras lo sucedido. El hombre que reside en una concurrida calle de Ferrol pidió silencio alrededor de las 05:30 de la madrugada del pasado domingo por su ventana tras los incesantes ruidos. Según ha detallado en ‘Y ahora Sonsoles’, esta situación se repite todos los fines de semana. “Se ha convertido en un nido de ruidos porque cierran los pubs y las discotecas y entonces viene todo el mundo por aquí como manifestaciones de gente a unos decibelios increíbles. Se ponen a cantar 20 o 30 personas en la calle. Se ponen a gritar los del principio de la manzana con los del final y es imposible descansar. Están desde las 3 de la mañana hasta las 5 o las 6”, denuncia. Valentín, harto de soportar esa situación, salió al balcón para pedir silencio. Asegura que no tenía miedo ya que la situación es insostenible. Los jóvenes que se encontraban en la vía pública respondieron a su petición con insultos y más gritos. "Llega un momento en el que los gritos hacen que te duela hasta la cabeza. Les dije que se fueran a casa de sus padres a hacer eso”, señala. Con toda su paciencia agotada, Valentín tomo una decisión errónea. “Yo les tiré un vaso de agua, hice mal”, asegura. Aun así, esto no justifica la violencia con la que respondieron los jóvenes que le propiciaron una brutal paliza.

“Empezaron a aporrear el portal, lo rompieron, subieron las escaleras a toda velocidad y empezaron a aporrear mi casa. Les tuve que abrir la puerta antes que se me cayese encima. No me dio tiempo ni a hablar. Les iba a intentar tranquilizar o algo y directamente empezaron a dar puñetazos”, cuenta en el citado programa. Valentín asegura que no tuvo tiempo ni de defenderse y no esperaba que esta fuera la reacción de los jóvenes. “Lo primero que recibí fue un puñetazo directo”, sostiene. A partir de ese momento, empezó a recibir una brutal paliza tan rápido como abrió la puerta de su vivienda para intentar mediar con los agresores. “Me acorralaron y siguieron pegándome”, señala. Además, Valentín ha destacado que quienes le propiciaron la paliza no eran novatos. “Saben perfectamente a dónde ir con lo cual yo creo que es gente que debe estar en boxeo. Eran un chico y una chica. El chico me dio el primer puñetazo con una fuerza descomunal”, sostiene.

La imagen de su rostro habla por sí sola. Valentín terminó con la cara ensangrentada, los ojos hinchados, un labio partido con puntos y la nariz fracturada además de varis hematomas por toda la cara. “Me han roto la nariz”, asegura. Instantes después de alertar a la Policía Nacional y Local, los agresores se dieron a la fuga y, por el momento, todavía no han sido localizados. Valentín fue trasladado en ambulancia al Hospital Arquitecto Marcide y fue derivado poco después al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) debido a la gravedad de las heridas. A pesar de todo, el hombre de 58 años se recupera ya en su domicilio. "En mi época, te regañaban y pedías perdón, ahora vienen y te revientan la cara", denuncia el agredido quien asegura que la zona de Ferrol en la que vive ya se ha convertido en un lugar “insoportable” de madrugada.

La agresión se encuentra bajo investigación

Valentín nunca se imaginó que alzar la voz para pedir silencio tuviera consecuencias tan graves, pero asegura que tenía que hacer algo porque la situación ya es insostenible. “El alcalde no hace nada. No hay seguridad, no hay nada”, señala. Las autoridades investigan ya las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del edificio para localizar a los agresores y esclarecer los hechos. No obstante, todavía no se habrían visionadas. Además, Valentín tendrá que exponer a las autoridades todo lo que vivió aquella noche para que puedan contrastar su testimonio con el de una vecina. La testigo ha señalado que vio a dos chicos jóvenes entrar en el domicilio, aunque Valentín asegura que había una mujer. “Aquí entraron un chico y una chica. Es de lo poco que me cuerdo”, defiende. También se investiga ya si hay más personas involucradas que ayudaran a tirar abajo la entrada del portal para que estos pudieran subir al domicilio del agredido.

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