Ha sido su propia hija quien ha dado la noticia del fallecimiento de Nancy Dow. Una hija con la que llevaba distanciada desde hacía 16 años, y sin hablarse desde hacía 5. Una hija llamada Jennifer Aniston.
En enero os contamos que Nancy estaba muy enferma, había sufrido tres infartos en los últimos años y esto la habían dejado consumida y de lo más débil. Sabía que su hora podía llegar en cualquier momento, por eso solo deseaba una cosa: hacer las paces con su célebre hija, la misma sobre la que escribió en sus memorias y en las que no la dejó en un buen lugar. Jennifer, cuando supo del desesperado grito de su madre reclamando su perdón, no corrió a sus brazos, dando una nueva dimensión a la parábola del hijo pródigo, siendo esta vez el padre el que lo ha hecho mal, no, ha esperado cinco meses para hacer las paces. El encuentro entre las dos se produjo hace unos días, el 12, y ha sido Jennifer quien, a través de un comunicado publicado en la revista ‘People’ ha anunciado el fallecimiento de su madre, el 26 de mayo, 14 días después de haber arreglado las cosas.
Hace cinco años, Jennifer y Nancy se dejaron de hablar. La relación madre e hija era nula, hasta el punto que cuando Jenn se casó con su actual pareja, Justin Throux, no la invitó al enlace.
“Con gran tristeza, mi hermano y yo os comunicamos la muerte de nuestra madre, Nancy. Tenía 79 años y falleció en paz, rodeada de su familia y amigos, tras soportar una larga enfermedad. Pedimos que se respete la privacidad de nuestra familia mientras lloramos su pérdida”, se podía leer en el sentido comunicado. Un gesto que evidencia que, al final el cariño pudo más que el rencor.