Si en julio la ruptura de Álvaro Muñoz Escassi con María José Suárez copó grandes titulares de la prensa del corazón, en agosto ha sido la de Álvaro Morata (31 años) y Alice Campello (29 años) la que ha sorprendido a muchos. Cada día surgen nuevas informaciones que tratan de arrojar algo de luz a esta separación. La última de ellas es sobre el llanto de la italiana en plena calle y a la vista de todo el mundo, donde únicamente repetía una palabra que podría determinar el motivo de sus lágrimas. ¿De qué palabra se trata?
La ruptura acabó confirmando algunos de los rumores existentes entre la pareja. Sin embargo, ambos han querido dejar claro que los motivos nada tienen que ver con terceras personas, si no más bien con la forma en que han gestionado sus problemas conyugales. Además, el futbolista acaba de comenzar su nueva vida en Milán, mientras que ella ha decidido permanecer en nuestro país con sus hijos, negándose a regresar a su país natal como muchos pensaban que iba a suceder.
La palabra que repite Alice Campello tras romper a llorar en la calle
El pasado fin de semana el jugador de fútbol iniciaba su aventura italiana. Además, no le fue nada mal al equipo con el que se estrenaba, ya que consiguió marca un gol. Pero lejos de Milan se encontraba su todavía mujer, ya que por el momento no han pensado en divorciarse pese a la separación. Campello ha decidido continuar su vida en Madrid, donde ha vivido los últimos años y parece estar adaptada y cansada de mudanzas debido al trabajo de su marido.
De hecho, el periodista Javier de Hoyos ha recibido una valiosa información sobre este asunto. Según relata en sus redes sociales, una seguidora suya vio por los alrededores del estadio Santiago Bernabéu a Alice, a la cual quería pedir una fotografía por la admiración que le tenía. Sin embargo, hubo algo que la hizo cambiar de opinión y es que, conforme se iba acercando, pudo comprobar que no era el momento adecuado.
Tal y como le ha contado al periodista esta seguidora, la mujer del deportista se encontraba llorando en plena calle, a la vista de todo el mundo y en un momento en el que está de total actualidad y sabe que es una de las mujeres más buscadas del momento. Pero lo más sorprendente de todo no es el llanto, si no más bien lo que la joven exclamaba a través de su teléfono en lo que podría ser una conversación.
La palabra que repetía la influencer era el nombre de su marido. “Álvaro, Álvaro”, se escuchaba una y otra vez decir según ha revelado la fuente mencionada. Por tanto, podría deberse a una conversación con el padre de sus hijos en la que no estarían llegando a ningún entendimiento. O, por otro lado, un momento de desahogo con cualquier persona donde inevitablemente hacía referencia al futbolista de manera repetida.
Las últimas decisiones de Alice Campello y Álvaro Morata
En un principio la información que se indicó sobre la ruptura fue muy escasa. Primero fue el futbolista quien lanzó un comunicado a través de sus redes sociales para zanjar toda la polémica y confirmar la separación de su mujer. Luego llegó ella donde dejó claro que buscarían el bienestar de sus hijos, aunque ninguno quiso aclarar los motivos que habrían llevado al cese de la convivencia y al final de sus ochos años de amor.
Por ello, ambos quisieron dejar claro con posterioridad que no había habido terceras personas por ninguna de las partes, tal y como se había rumoreado sobre todo por parte del jugador de fútbol. Sin embargo, Alice apoya en todo momento a su todavía marido y pone la mano en el fuego porque esto ha sido así. De hecho, hablaban de la forma de gestionar sus diferencias lo que habría sido el detonante del fin de su relación.
En cualquier caso, la periodista Paloma Barrientos confirmaba hace unos días que por el momento la pareja no se ha planteado dar el cierre definitivo a su matrimonio. Es decir, no han barajado el divorcio aunque la relación esté acabada. Los motivos estarían relacionados con el complicado entramado empresarial de ambos. Pero también se confirmaba el hecho de que Campello no iba a regresar a su país natal, puesto que se encuentra cómoda en nuestro país y está cansada ya de las distintas mudanzas que ha llevado a cabo en los últimos años, aunque ello implicase estar más cerca de su familia y que sus hijos pudiesen ver con mayor frecuencia a su padre.