En shock nos quedamos este martes por la tarde ante la información exclusiva que traía 'Sálvame': María José Campanario volvía a ingresar en el hospital. La odontóloga llegaba a las urgencias del Hospital de Jérez en Jérez de la Frontera (Cádiz) a las 6:28 de la madrugada y acompañada en todo momento de su marido, Jesulín de Ubrique. Los testigos del momento cuentan que María José se movía con dificultad y dolor. Una recaída en su fibromialgia era el motivo de su ingreso de urgencia que mayor fuerza cogía. Y más después de las tensiones vividas durante el fin de semana. La lucha que mantiene el matrimonio en su urbanización contra sus vecinos y los periodistas gráficos llegaba a su punto más caliente con la bronca entre Jesulín y los reporteros de 'Socialité'. El encontronazo se cobraba una cámara rota y una demanda por presunta agresión para Jesús Janeiro. Lo que nadie sabía hasta ahora es que también había resentido la salud de María José.
Según el programa de Telecinco, la odontóloga ingresaba con un ataque de ansiedad. Por su parte, Carmen Pardo, ha asegurado al programa que ya vendría arrastrando desde hace días la recaída que la ha vuelto a llevar a un centro hospitalario. 'Sálvame' informaba también que la semana pasada, Campanario había pasado su visita rutinaria en la Clínica Seranil, donde es llevada desde que experimentara el momento más crítico de su enfermedad y que coincidía con la época estival.
Por suerte, María José vuelve a tener un respiro. Después del susto de este martes, esa misma noche, recibía el alta de urgencias y ya se encontraría descansando en su casa. Sin embargo, el respiro podría durar poco o ser solo ilusorio, pues el marco de toda esta situación sería mucho más complejo que sus problemas vecinales o con la prensa. Según Kiko Hernández, el matrimonio de Jesulín y María José estaría viviendo sus últimos coletazos. "Le quedan cinco minutos", han sido las palabras del tertuliano al describir la situación crítica por la que pasa su unión. Los rumores llevan apuntando desde hace meses que el torero estaría al límite de su paciencia, pero con las fiestas navideñas tan cerca podría haberse agravado la situación entre ellos, y la noticia de una posible separación sería inminente, como mucho para después de las celebraciones. "Jesulín ya no puede más y está a punto de hacer las maletas y marcharse de casa", ha concluido Hernández.
El estrés que produciría una situación así a Campanario podría ser muy negativa para su recuperación y sus problemas de salud, por los que se ha repetido en numerosas ocasiones que necesita mucha tranquilidad.