Como todos los niños, Julia y Jesús Janeiro, celebran un festival de Navidad en su colegio. Normalmente sus padres van, como cualquier otros, muy orgullosos a ver a los pequeños, al menos el diestro, ya que otros años, los estudios de María José le han mantenido lejos de España y por tanto se ha perdido momentos tan familiares como este.
Este año han sido sin duda otras razones las que han impedido al matrimonio acompañar a sus pequeños. Julia y Jesús llegaron, como el resto de sus compañeros ilusionados, pero probablemente tenían muy claro que este año ni mamá ni papá estarían con ellos, pues ambos son conscientes de que su madre hace apenas dos semanas que ha recibido el alta del hospital. Los dos son ya mayores, tienen 10 y 13 años, y comprenden que a veces los planes no salen como a uno le gustaría.
Maria José fue ingresada a finales de noviembre debido a una infección por una inyección que le pusieron y que le ha tenido, más grave de lo que a priori parecía casi medio mes. Mientras estuvo en el centro, su marido apenas se separó de ella y sus hijos también fueron en varias ocasiones a verla.
Hace unos diez días que recibió el alta pero todavía no se ha incorporado a trabajar, continúa con el reposo en su casa y apenas ha salido, es Jesús quién se encarga de todo lo que tiene que ver con poner un pie en la calle.
Está siempre pendiente de sus hijos, aunque se haya perdido el festival, y no descuida las relaciones familiares, pues aún con María José enferma les llevó a casa de sus tíos Beatriz Trapote y Víctor Janeiro para que pudieran estar con su primo en su primer cumpleaños.