Hace unos días, María José Campanario nos daba el disgusto de la semana. La dentista ingresaba de urgencia en el hospital de Jerez de la Frontera. Todo se debía, supuestamente, a una inyección que le había provocado una gran infección. Un susto no solo para ella, sino también para su marido que no pudo contener las lágrimas cuando la madre de sus dos hijos menores quedó hospitalizada.
El temor por la salud de un ser querido es una de las peores sensaciones. El torero no pudo reprimir expresar su miedo, cuando aún no se sabía qué le había sucedido a María José, hasta el punto que rompió a llorar en el pasillo del centro médico, tal y como vieron algunos testigos. ‘Sálvame’, que pudo hablar con la madre de la enferma, ha asegurado que todo está bien y que no hay por qué preocuparse. La inyección provocó un shock en la dentista y ahora tiene que estar con un drenaje.
El programa vespertino, también ha hablado con otro testigo que ha compartido su versión de lo ocurrido, “le sacaron 3 litros de pus de la parte del culete. Me han dicho que ella ha viajado a América y allí le habrán puesto algo que le ha hecho daño, y ha cogido infección”, contaba en conversación telefónica. Esta misma persona también aseguraba haber escuchado a Jesús Janeiro reclamando al personal sanitario que le llevara un paquete de tabaco, lo que provocó el enfado de estos, “no es nuestro trabajo”, le dijeron.
En los últimos meses los ingresos hospitalarios de María José han sido más habituales de lo que le gustaría. Primero fue un accidente en casa, en el cuarto de baño, y después una operación derivada de una hernia cervical. En marzo de este año, Campanario era operada en Sevilla para recibir tratamiento a esta hernia que “le provocaba demasiadas cosas”, y es que esta dolencia fue la que hizo que se cayera en la ducha. Tras la operación, tuvo que guardar reposo y llevar el collarín durante más de mes y medio.
Esta vez, su ingreso en el hospital parece no haber tenido nada que ver con este problema, que ya habría quedado resuelto tiempo atrás.