Jesulín de Ubrique y María José Campanario, en guerra con su urbanización

El diestro es el presidente de una de las comunidades y habría puesto una demanda al presidente de toda la colonia, secundado por otros vecinos

Como bien han dicho en 'El programa de AR', que han destapado la noticia, Jesús Janeiro y María José Campanario parece que están viviendo un episodio de 'La que se avecina' en su lujosa y exclusiva urbanización situada en Arcos de la Frontera. Como una suerte de Antonio Recio en su etapa de responsable máximo de Mirador de Montepinar, el diestro se ha convertido en el presidente de una de las comunidades de la colonia, tras demandar al anterior presidente, y está defendiendo su papel con mano de hierro. Su mano derecha y,(autodenominada) asesora, no es otra que su mujer, María José Campanario.

Juntos, y secundados por un gran número de vecinos, le han declarado la guerra al presidente de la mancomunidad, contra el que habrían liderado una serie de demandas conjuntas y que, si perdieran el juicio, tendrían que hacer frente a una derrama de 100.000 euros. El detonante de todo ha sido el paso de las aguas fecales de una urbanización que, según Joaquín Prat, habría estado en concurso de acreedores y habría pasado a ser gestionada por un fondo de inversión yanqui. Sin embargo, Jesulín y María José habrían encontrando muchos más motivos para protestar contra sus vecinos, no solo contra el responsable absoluto de la colonia gaditana: perros paseando sueltos, conducción temeraria, recogida de basuras...

Sin embargo, no solo tienen quejas ellos, sino el resto vecinos, que no estarían muy cómodos con el torero y la odontóloga, quienes se comportarían "muy de campo" para el gusto y las costumbres acostumbradas al lujo y la discreción.

Jesulín de Ubrique y María José Campanario viven en una espectacular villa de 2.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, y rodeada por campos de golf. El casoplón tiene dos salones (uno de ellos con chimenea), cuatro dormitorios, piscina, garaje,dos baños, dos salones (uno con chimenea que comunica con la piscina) y gimnasio. El precio de salida era de 700.000 euros, pero ellos constituyeron una hipoteca por 420.000 euros. El matrimonio está tan contento con su vida aquí que su pretensión habría sido comprar otra de características similares.