¡Menudo susto! La niñera más famosa de la televisión, con permiso de Ana Obregón en ‘Ana y los 7’, Dulce Delapiedra, ha tenido que ser atendida por los servicios médicos de ‘Supervivientes’. El motivo de su malestar era un grave ataque de ansiedad que ha dejado de lo más preocupados a sus compañeros.
Miembro del equipo Agua desde hace dos semanas, la catalana presentaba un cuadro clínico como para que sus últimas horas en Honduras hayan sido de pesadilla. Angustia, colitis, insomnio, calambres por todo el cuerpo y sensación de mareo. Sus compañeros estaban muy preocupados por ella, en especial Yola, quien le obligaba a comer aunque fuera solo un poco para que tuviera algo más de fuerza. Ella se negaba en rotundo y no se notaba con ganas. Deseaba comer arroz, pero lo del arroz era complicado, ya el equipo de Fuego se lo había robado.
Dulce no estaba en su mejor momento, por lo que ha pedido que la visitara el médico de la organización, quien le ha diagnosticado un ataque de ansiedad que estaba dejándola bajo mínimos. La madrina de Albertito llevaba varios días encontrándose mal en los que no tenía ni apetito, ni conseguía dormir. Esta situación de estrés, que ya se prolonga por 4 semanas, tiene de lo más débil a la que un día fuera trabajadora de Pantoja.
Y, además, las relaciones entre los Agua siguen tensitas. La falta de comida y las nominaciones tienen a todos con las uñas afiladas y las posturas se han radicalizado aún más. Mario y Yola están por un lado, mientras que Suso y Steisy, hacen su liga aparte. Y mientras, Dulce, arrastrándose por las esquinas porque no puede con su vida.
Y mientras, en el equipo Fuego, en Mila vuelve a asomarse el derrotismo. Parece que la visita de su hija Alba por su cumpleaños no fue suficiente para levantarle el ánimo. La colaboradora considera que no aporta al grupo y se califica de “inútil”, por lo que ha sido incapaz de hacer su alegato de salvación, ya que esta semana está nominada, y ha pedido a Carla que lo haga por ella.