La estampa de familia feliz ha vuelto a resquebrajarse. Si, hasta ahora, la estancia de la Familia Real en Palma de Mallorca había sido un tanto idílica, un sorpresivo gesto del rey Felipe ha hecho que vuelvan a saltar todas las alarmas. La reina Letizia acudía junto a sus hijas Leonor y Sofía a visitar a su marido mientras disputaba la Copa del Rey de vela. Un encuentro rodeado de periodistas y fotógrafos que captaban cada uno de los movimientos de la pareja. Fue, entonces, cuando la reina trató de darle un beso y se encontró con ¿una cobra? Madre mía…
Todo iba a las mil maravillas. La Familia Real había puesto todo el empeño posible en hacer desaparecer de la memoria el comentadísimo rifirrafe que las reinas Letizia y Sofía protagonizaron en la Catedral de Palma durante la misa de Pascua. Un encontronazo que dio la vuelta al mundo y mostró la cara más turbia de la relación entre los miembros de la familia. Ahora, meses después, han querido escenificar un entendimiento y complicidad que va más allá de la mera cordialidad. Si hacemos caso a lo que vemos, se llevan todos estupendamente.
La reina Letizia ha aprovechado estos días para pasear por el centro de la ciudad y dejar patente su buena relación con la reina emérita. Desde que visitaron el mercado acompañadas de la princesa de Asturias y la infanta Sofía, ambas reinas han intercambiado palabras y gestos ante los fotógrafos. Lo mismo ha ocurrido entre abuela y nietas. Sofía ha estado muy pendiente de las pequeñas en todo momento. También la infanta Elena y sus hijos han viajado hasta Mallorca para unirse al festín.
Lo que nadie podía imaginar era que sería el propio rey Felipe quién protagonizaría el ‘desplante’ más comentado de las vacaciones. Un gesto comentado y analizado hasta la saciedad y que deja lugar a pocas dudas. ¿Le ha hecho una cobra a la reina Letizia ante la mirada de todos los presentes? Pues parece que sí. El monarca se encontraba compitiendo en la Copa del Rey cuando recibía la visita de sus hijas y de su mujer. Muy sonriente, Letizia y las niñas subían al barco.
La reina se acercaba a su marido y le daba un beso en la mejilla. Entonces, cuando se disponía a darle otro beso en los labios, el rey se apartaba, dejando a la reina en con una sonrisa congelada en el aire. Rápida y veloz, Letizia continuaba como si no hubiese pasado nada y atendía al resto de miembros de la tripulación. Las cámaras, eso sí, ya lo habían captado todo. ¿A qué ha venido esta cobra? ¿Qué ha pasado entre ellos? ¿Vuelven a sonar los rumores de crisis?