El verano es uno de esos momentos que todo el mundo aprovecha para desconectar de sus actividades rutinarias. Sobre todo, cuando se tienen por delante unas complicadas decisiones de cara al futuro. Este es el caso de Irene Urdangarin (19 años) que el próximo curso estudiará en Londres y que está llevando a cabo diversos planes durante esta época estival antes de emprender su salida de nuestro país por motivos escolares.
En cualquier caso, los miembros de la familia real española han tenido unos meses de lo más ajetreados con diferentes actos oficiales en los que no han faltado. Por su parte, la infanta Cristina (59 años), alejada de la agenda oficial, cuenta con una gran preocupación con respecto al futuro de sus hijos tras salir a la luz la ruptura sentimental de uno de ellos y el traslado al Palacio de la Zarzuela a vivir junto a la reina Sofía (85 años).
El verano sin fin de Irene Urdangarin
Al finalizar sus estudios, la única hija de Iñaki Urdangarin decidía emprender labores humanitarias. Viajó hasta Camboya para tomarse un año sabático, donde ha tenido tiempo de pensar lo que quiere hacer con su futuro. Este parece que ya lo tiene claro, puesto que en apenas unas semanas trasladará su residencia a la capital del Reino Unido a comenzar sus estudios universitarios según se ha filtrado por diferentes medios.
Por otro lado, antes de ello Irene ha podido disfrutar de unos días en familia. El destino estaba claro, a tenor del lugar al que acuden cada año. Se trata de las playas de Bidart en el País Vasco francés. Es una cita habitual cada año que la hermana del rey Felipe VI acude junto a la que era su familia política, con la que guarda muy buena relación, a pesar del divorcio que se confirmó hace tan solo unos meses entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Pero la hermana de la infanta Elena no ha estado sola en esta visita veraniega de la que han podido disfrutar hace escasos días. Además de la propia Irene, también ha estado su hijo Juan, el cual acaba de convertirse en el nuevo inquilino de Zarzuela tras haber regresado de Londres y tomarse un año sabático. Por otro lado, Miguel llegaba un poco más tarde tras no haber acudido a la playa junto al resto de su familia.
El paso decisivo de Irene Urdangarin
La nieta más joven de la reina Sofía tiene por delante un gran reto. El año sabático que decidió tomarse ha llegado a su fin. Durante el mismo ha realizado todo tipo de actividades pero también ha tenido un hueco para el amor. Hace unos meses veía la luz su relación con Juan Urquijo, además del hecho de haber estado sacándose el carnet de conducir para poder tener mayor libertad de movimiento. De hecho, en unos días se celebra la boda de Victoria López-Quesada, prima de su pareja, una gran oportunidad para poder verlos juntos pero también de una posible despedida entre ellos.
Con despedida nos referimos al momento en que tendrán que separarse con su incipiente marcha a la capital del Reino Unido. Irene estudiará en la prestigiosa University College London (UCL), siguiendo así la estela de otros miembros de la su familia que ya iniciaron sus estudios universitarios. De hecho, su madre fue una de las primeras personas de la familia real en acudir a la universidad, constituyendo toda una revolución en aquella época.
Por otro lado, en esta exclusiva universidad Irene contará con grandes compañeros con los que probablemente consiga tener una estupenda relación. Pero entre sus estudiantes hay un miembro de la realeza europea que también estará en sus aulas. Se trata de Alexia de Holanda que cursará una licenciatura en Ciencia e Ingeniería para el Cambio Social. Por otra parte, la hija de Máxima de Holanda ya coincidió en el UWC Atlantic College de Gales con la prima de Irene, la princesa Leonor.
La infanta Cristina, desbordada por la situación de sus hijos
Si hay algo que preocupa a una madre son sus hijos. En el caso de la infanta Cristina también es así. Las últimas informaciones que han visto la luz sobre la situación que están atravesando sus hijos dejan a la cuñada de la reina Letizia en una tesitura cuanto menos preocupante. No parece que estos días de desconexión familiar hayan traído algo de aliento a Cristina, pese a que también acudía a Abu Dabi a visitar a su padre, el rey emérito Juan Carlos I.
Por un lado, la pequeña Irene se había instalado en Zarzuela junto a su abuela tras regresar de su voluntariado en tierras asiáticas. Por otra parte, Miguel regresó a Madrid y no hay constancia de sus proyectos profesionales. Y, por último, Juan ha sido el último en vivir con su abuela. Según indica ‘Monarquía Confidencial’ esta situación tendría a la infanta Cristina totalmente desbordada, con una situación en la que su hijo Pablo comenzará próximamente la nueva temporada del equipo de balonmano en el que juega.