Una imagen para el recuerdo. El rey Felipe al volante de su propio coche. En el asiento del copiloto, su hermana Cristina. Se les ve relajados. El rey conduce en dirección a la boda de su ahijada, Victoria López-Quesada. Hace más de seis años desde que pudimos ver a los hermanos juntos. Muy juntos. Nada de apariciones casuales en la misma sala o asistencia a cumpleaños o entierros en familia. Felipe y Cristina comparten coche y confidencias.
En otro vehículo, la infanta Elena. Va con su hija Victoria Federica. También acuden a la boda de la ahijada de su hermano. Todos mantienen una relación muy cercana con la familia López-Quesada. Victoria Federica, de hecho, es íntima de la novia. El gesto de la infanta nada tiene que ver con el de sus hermanos. Mientras Felipe y Cristina se les ve relajados, a Elena la tensión se le transparenta. Algo ocurre en el interior de Zarzuela.
Mientras todo el mundo comenta la ausencia de la reina Letizia, la realidad es que el mensaje de Zarzuela va por otro lado. La reina nunca tuvo intención de acudir a este enlace. Un viaje a París para asistir a los Juegos Paralímpicos lo ha puesto muy fácil. Letizia cumple con su agenda -la única reina que lo hace- mientras su marido acude a la boda de su ahijada. La relación de Letizia y la familia del rey nunca ha sido demasiado cercana.
El gesto del rey Felipe con sus hermanas Cristina y Elena
Una enorme planificación en Zarzuela para la asistencia a esta boda. La ausencia de la reina Letizia hacía necesario pensarlo todo muy bien. El viaje de Letizia a París estaba previsto desde hacía tiempo. La reina no iba a acudir a la boda privada de la ahijada del rey Felipe. Un acto familiar de los Borbones que prefería saltarse. No es la primera vez que evita este tipo de eventos. Tan solo ocasiones muy contadas como funerales y cumpleaños han cambiado los planes de la reina. Una vez más, Letizia en el punto de mira.
El rey sí iba a acudir a la boda. A su lado, la infanta Cristina. Sin sus hijas Leonor y Sofía y sin su mujer, hubiese sido una imagen algo extraña ver a al rey conduciendo en solitario su propio coche. Pero a la hora de elegir, lo tuvo claro. Los hijos de su hermana, Juan e Irene Urdangarin, también asistían a la boda. Lo hacían en su propio coche y a distancia de su madre. Esta prefería ir junto a su hermano.
La imagen de ambos juntos es, sin duda, el inicio de algo nuevo. Zarzuela nunca deja nada a la improvisación. Hace pocos meses, Felipe y Cristina ya coincidieron. Era en la entrega de las becas de la Fundación La Caixa donde Cristina trabaja. En ese momento no posaron juntos. Y eso que estuvieron a escasas sillas de diferencia. Ningún contacto ni referencia, al menos delante de las cámaras. Era solo el primer paso.
El rey Felipe elige entre sus hermanas Elena y Cristina
La tensión de la infanta Elena era palpable en las imágenes de la llegada a la boda de Victoria López-Quesada. Si en los últimos tiempos habíamos podido ver a la hermana mayor del rey ejerciendo ciertas funciones de representación de la Corona -sin ir más lejos, acompañó a la selección paralímpica-, las cosas parece que van cambiando. El acercamiento de Felipe y Letizia a los Urdangarin es evidente.
Los últimos movimientos de Victoria Federica han hecho que los reyes marquen distancia, de nuevo, con la infanta Elena. La sobrina del rey se sentará en breve en 'El Hormiguero' para dejarse entrevistar por Pablo Motos. La excusa es su participación en la nueva edición de 'El Desafío' pero ¿alguien piensa que no se le va a preguntar por sus tíos y primas? ¿Qué responderá Victoria Federico en un directo cuando se le interrogue por la reina Letizia? Demasiada exposición que no controla Zarzuela.
Casa Real pone un cordón sanitario, esta vez alrededor de la infanta Elena. La marcha de su hijo Froilán a Abu Dabi, donde comparte existencia con el rey Juan Carlos, y los pasos mediáticos de Victoria Federica han hecho saltar las alarmas. Nada que ver con la discreción de la infanta Cristina, ya divorciada de Iñaki Urdangarin y planeando su regreso definitivo a España.