La muerte de Fernando Gómez-Acebo a los 49 años el pasado 1 de marzo sumió al rey Felipe (56 años) en una profunda tristeza. Aunque en los últimos tiempos no se veían tanto como antes, el monarca guardaba un cariño muy especial al hijo pequeño de la infanta Pilar. De hecho, no dudó en trasladarse al hospital en cuando le comunicaron el desenlace, apareció junto a la reina Letizia (51 años) en la capilla ardiente y de nuevo se dejó ver en el cementerio para darle el último adiós.
Los actos fúnebres en homenaje a Fernando terminaban este lunes con una misa funeral en la Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, un acto privado que reunió a gran parte de la familia Borbón con el rey Juan Carlos y la reina Sofía a la cabeza y, por supuesto, a todos los hermanos Gómez-Acebo.
Tal y como dicta el protocolo, los reyes Felipe y Letizia eran los últimos en llegar. El matrimonio era recibido a las puertas del templo por Juan, Simoneta, Beltrán y Bruno, un momento muy emotivo que confirma el enorme cariño que el Rey le tiene a sus primos.
Felipe VI aprovechó este encuentro familiar para organizar una comida privada con todos sus primos. Tal y como destapó el programa 'Y ahora Sonsoles' de Antena 3, el Rey les invitó a una comida informal en el palacio de la Zarzuela este mismo martes.
Lo que es un misterio es si la reina Letizia se ha unido a este plan improvisado o ha preferido ausentarse. Todo apunta a que si, ya que la madre de Leonor y Sofía tiene la agenda liberada hasta el próximo jueves que tiene previsto un viaje a Gran Canaria para hacer entrega de los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño.
La comida en cuestión no podrá alargarse demasiado ya que el rey Felipe tiene obligaciones a las que hacer frente. Tal y como detalla la agenda oficial, el monarca presidirá un encuentro con José María Pereira Nevesel, Presidente de la República de Cabo Verde a las 17.30 en el Palacio de la Zarzuela.
El rey Felipe propicia un nuevo acercamiento con su familia
Tras una década manteniendo distancia, parece que los reyes han decidido dar carpetazo a las polémicas y mostrarse públicamente como lo que son, una familia más. El cambio empezó con el cumpleaños de la princesa Leonor el pasado 31 de octubre, una fiesta privada que reunió a todos en el palacio de El Pardo, incluso al rey Juan Carlos, que viajó a Madrid solo para eso. Después llegó el turno del 60 cumpleaños de la infanta Elena. La hija mayor de los eméritos reunió a todos en un conocido restaurante de Madrid y a juzgar por las imágenes se lo pasaron en grande.
Esta vez, los Borbón y Grecia se volvían a ver las caras en la misa funeral por Fernando Gómez-Acebo, un encuentro solemne y muy familiar que refleja la buena sintonía que existe después de años de desavenencias.
La relación de idas y venidas de la reina Letizia con la familia Gómez-Acebo
La última vez que podíamos ver a la reina Letizia compartiendo espacio con los primos del rey Felipe antes de la muerte de Fernando fue durante el funeral de la infanta Pilar en 2020, un acto muy sobrio en el que la madre de Leonor y Sofía se limitó a acompañar a su marido en un momento muy delicado. Lejos quedaban aquellos años en los que unos jóvenes Felipe y Letizia compartían salidas con Simoneta y sus hermanos. De la noche a la mañana todo se enfrió. El buen entendimiento que los primos del rey siempre han tenido con las infantas Elena y Cristina fue, sin duda, uno de los obstáculos que les separó de doña Letizia.
Sin embargo, el cariño con el que los reyes fueron recibidos por Simoneta, Juan, Beltrán y Bruno demuestra que en la actualidad la relación entre ellos es muy buena.