Dos meses después de la muerte de Isabel II, Londres se engalana para la ocasión con motivo de la visita de Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, a Londres. Una visita de Estado en la que Carlos III ha actuado por primera vez como anfitrión arropado por su mujer, Camilla Parker, así como su hijo Guillermo y Kate Middleton, quien ha acaparado buena parte del protagonismo de la jornada.
Como es tradición, los miembros de la familia real y el presidente sudafricano han desfilado desde la Horse Guards Parade hasta el palacio de Buckingham en carruaje. Allí ha tenido lugar un almuerzo oficial en el que hemos podido ver al completo el look que ha elegido la duquesa de Cornualles para esta cita histórica.
Kate Middleton y el príncipe Guillermo con el presidente de Sudáfrica
Fiel a su estilo, Kate Middleton ha recurrido a un vestido-abrigo en un precioso, elegante y favorecedor color púrpura. Un diseño de estreno de la firma Emilia Wickstead con escote cruzado, cintura enmarcada y falda con tablas que estiliza su figura a las mil maravillas. No ha faltado el tocado, un coqueto sombrero tipo pillbox decorado con un lazo al tono. Sin embargo, han sido las joyas las que han acaparado toda la atención de su sobrio estilismo.
Kate Middleton ha lucido por primera vez el broche princesa de Gales sobre la solapa de su vestido, una pieza de diamantes con una lágrima de esmeralda que perteneció a la reina Alejandra y que Diana de Gales llevó en 1982 durante un acto en el Royal Opera House. En este caso, la mujer de Guillermo lo ha combinado, además, con unos pendientes de su desaparecida suegra. Finalmente, unos clásicos salones de ante y cartera a juego completaban este look exquisito con el que Kate reafirma su posición.
Una noche para la historia
Será esta misma noche cuando Kate Middleton asista a su primera cena de gala como Princesa de Gales, un día histórico en el que sacará a relucir las mejores alhajas del joyero real. Como es tradición, la velada tendrá lugar en el imponente Salón de Baile del palacio de Buckingham, donde se dispondrá una mesa con forma de herradura en la que se sentarán los más de 150 invitados.
Más de dos años después de la pandemia, Buckingham vuelve a vestirse de gala. Una de las grandes incógnitas es la tiara que elegirán tanto Kate como Camilla para este gran día en el que se estrenan como reina consorte y princesa de Gales, respectivamente.