El duro pasado de la princesa Mette Marit: de la traición de su padre biológico a las grandes pérdidas que ha afrontado

La esposa de Haakon, heredero al trono de Noruega, ha estado muchas veces en el centro de la polémica, y actualmente atraviesa una complicada situación personal

Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Actualizado a 10 de noviembre de 2024, 08:00

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El 2024 está siendo un año algo complicado para la familia real noruega, sobre todo para la princesa Mette-Marit, cuya vida dio un giro importante cuando anunció que padece fibrosis pulmonar, una enfermedad que ha limitado significativamente su papel institucional, hasta el punto de que tuvo que otorgar mayor protagonismo a su hija, la princesa heredera Ingrid Alejandra. El pasado mes de octubre, la Casa Real publicaba un comunicado diciendo que la princesa había "reanudado el tratamiento" de su dolencia. "Experiencias anteriores han demostrado que la medicación puede provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para el programa oficial de la princesa heredera. Por lo tanto, nos parece natural compartir esta información en esta ocasión".

Para peor suerte, el pasado mes de agosto su primogénito Marius Borg resultaba detenido por la policía y puesto bajo custodia tras abusar física y psicológicamente de su exnovia. Varios días después, el interfecto —que tiene otras dos denuncias por violencia física y psicológica de dos mujeres— admitió las acusaciones y, a través de una carta abierta, pidió perdón a la Familia Real, aunque esto no impidió que se le impusiera una orden de alejamiento —orden que se ha saltado varias veces— ni que el rey Harald de Noruega hiciera algunos cambios en la web oficial de la monarquía noruega —donde el muchacho solía contar con apartado propio y ahora ya solo aparece mencionado como hijo de Mette-Marit dentro de la sección de la princesa— .

Según la fiscalía, Marius podría enfrentarse a una posible pena de cárcel si finalmente resulta declarado culpable. Para colmo de males, su abogado ha pedido a la policía que interrogue a Mette-Marit, quien de alguna forma parece abocada al escándalo. No obstante, más de uno puso el grito en el cielo cuando se descubrió que aquella joven excamarera que había enamorado al príncipe Haakon de Noruega, quien para casarse con ella tuvo que superar distintos escollos, tenía un pasado algo polémico —sobre todo por el hecho de que entonces ejercía como madre soltera de una criatura fruto de su relación con un convicto llamado Morten Borg—.

Los problemas de su padre biológico

Nacida en agosto de 1973, la noruega es hija de un periodista, llamado Sven O. Hoiby, y una empleada de banca, Marit Tjessem, que se divorciaron cuando ella tenía once años. En 2005, teniendo ya 68 años, Sven se casó con una stripper que tenía casi la misma edad que su propia hija. "Es amor verdadero", aseguró entonces el noruego, que durante años estuvo distanciado de Mette Marit, a la que le dolió mucho que compartiera ciertas intimidades suyas con algunos tabloides locales y que anunciase su intención de escribir un libro contando ciertos secretos de su nieto Marius.

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Sven falleció en marzo de 2007, a causa de un cáncer de pulmón que le había sido diagnosticado algunos meses antes. Y al año siguiente, Mette Marit se llevó un enorme varapalo al enterarse de que su padrastro, Rolf Berntsen, que llevaba años lidiando con problemas cardiacos, había dejado de respirar. Casado desde 1994 con Marit, cuentan que el interfecto se encargó de proporcionar a la princesa esa figura paterna que ella no había tenido hasta ese momento. 

Algún tiempo después, Mette Marit sorprendió a muchos al hablar públicamente de la complicada relación con su padre biológico y de las adicciones de este. "Es una de las cosas más duras que he vivido", confesó durante una conferencia ofrecida en el municipio de Snasa. "De niña, siempre sentía que tenía algo que esconder, porque ninguno de mis amigos sabía que mi padre era un alcohólico".

Encadenando desgracias

En 2011, Marit Tjessem hizo pública su relación con otro señor, natural de la ciudad de Krinstiandsand, que respondía al nombre de Magnar Alfred Fjeldvær y al que había conocido a través de amigos comunes. Y en julio de ese mismo año, Mette Marit se enfrentó a la pérdida de su hermanastro Tron Berntsen, un policía fuera de servicio que tuvo el infortunio de recibir un disparo mortal durante la matanza de Noruega perpetrada por el ultraderechista Anders Behring Breivik.  

Desde el principio de su romance con la madre de la princesa, Magnar acompañó a su pareja en muchos de los eventos oficiales de la Familia Real, cuyos miembros lamentaron su muerte, que se produjo en junio de 2020. "Echaremos de menos a Magnar, quien significaba mucho para la familia", comentaron los príncipes herederos en un comunicado.

A pesar de que la vida se lo puso difícil, Mette Marit encontró bastante consuelo al lado del heredero al trono, con el que tiene dos hijos en común. "Creo que hacemos muy buen equipo cuando las cosas van bien", confesó en una serie documental Haakon, que por lo visto va a tener que emplearse a fondo para recobrar popularidad, después de que un reciente sondeo, realizado a raíz del destape del caso Marius, mostrara que hoy en día casi tres de cada cuatro noruegos no quieren que su padre el rey Harald abdique.

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