Haakon de Noruega cumple 51 años: de su complicado noviazgo con Mette Marit a su desconocida etapa en Estados Unidos

El príncipe heredero se ha convertido en los últimos tiempos en un pilar fundamental para su esposa, que en 2018 fue diagnosticada de fibrosis pulmonar

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Haakon de Noruega
Gtres

Cuando el príncipe Haakon de Noruega vino al mundo en 1973, sus padres, los reyes Harald y Sonia ya tenían una hija, la princesa Marta Luisa, pero aún regía en su país la ley Sálica que impedía a las mujeres reinar, o transmitir derechos. Las reglas del juego cambiaron en 1990, fecha en que la Constitución noruega dejó de acoger la mencionada ley. "Al igual que en Suecia, Holanda y Bélgica, quien no quiere caldo, toma taza y media: no solo se derogó la arqueológica norma, sino que, a partir de la promulgación de la nueva ley, sucederán los príncipes suecos por orden de primogenitura, con indiferencia de su sexo", escribió entonces el periodista Juan Balansó. "Los noruegos actuaron, empero, mucho más cuerdamente que sus vecinos suecos; pues han respetado los derechos del presunto heredero Haakon, a quien solo sucedería Marta en caso de vacante o imprevisto".

La vida de Haakon dio otro giro importante cuando a finales de los noventa se enamoró de Mette-Marit, a la que conoció en un festival de música. Al principio, la opinión pública noruega miraba con cierta desconfianza a aquella rubia exmodelo de pasado complicado. Hija de un periodista y una empleada de banca que se divorciaron cuando ella tenía once años, Mette-Marit era hermana de un tipo condenado por violencia de género. También mantuvo una relación con John Ognby, un hombre condenado por tráfico de drogas con el que incluso planeó casarse, y en 1997 tuvo un hijo, Marius, fruto de su relación con Morten Borg, también convicto y amigo íntimo de Ognby.

Tampoco parecía aceptable lo que le ocurrió mientras pasaba una temporada en Australia. Un día la encontraron desmayada en la puerta del consulado de Noruega en Calcuta, lo que llevó a que la detuvieran y deportaran de India. Después de regresar a Noruega empezó a cursar varias carreras (ingeniería, antropología y periodismo), pero no llegó a terminar ninguna. Y en un momento dado estuvo trabajando por horas como camarera. Las malas lenguas cuentan que, cuando no estaba ocupada, se entretenía saliendo de fiesta por las discotecas más conocidas del país y experimentando con ciertas sustancias

Superando obstáculos

El gran cambio llegó para ella cuando empezó a salir con Haakon. En poco tiempo se instaló con él y con su hijo en un lujoso ático en el centro de Oslo, pagado por su suegro. Un movimiento que enfadó a los obispos del país, que no comprendían cómo podía vivir en concubinato el Jefe de la iglesia luterana noruega. En aquella época se llegó a publicar una encuesta según la cual más del 60% de los noruegos se mostraba en contra de Mette-Marit, y hasta el el Partido Laborista se pronunció para exigir que el heredero de los derechos dinásticos renunciase a favor de su hermana Marta Luisa, quien por cierto nunca estuvo interesada en ser reina y ahora está a punto de casarse con el chamán Shaman Durek.

A pesar de las críticas y las dificultades, Haakon y Mette-Marit se casaron en agosto de 2001 en la catedral de Oslo. Al cabo de varias semanas, empezó a circular por internet un vídeo erótico donde dos chicas se desnudaban de medio cuerpo ante un público masculino. Una de ellas era idéntica a Mette-Marit, aunque la familia real noruega dio la callada por respuesta y nunca quedó del todo claro si se trataba de ella.

Desde entonces, la pareja ha tenido dos hijos —Ingrid Alejandra y Sverre Magnus— y un matrimonio (aparentemente) feliz. Todos ellos celebran estos días el cumpleaños de Haakon, quien sopla sus 51 velas en un momento en el que su padre, de 87 años, se resiste a abdicar y, según una reciente encuesta, el 78% de la población noruega apoya la monarquía.

Apoyo mutuo

La reciente publicación de 'Haakon. Historias de un heredero al trono' ha ayudado a conocer algunos detalles sobre lo complicado que fue para el heredero y su mujer hacer frente a la opinión pública noruega. "Experimentar que la parte más vulnerable de mi vida fue discutida en público es algo que me costará superar. No puedo creer que ocurriera en Noruega", confiesa Mette-Marit, que en 2018 fue diagnosticada de fibrosis pulmonar, lo que ha limitado bastante su papel institucional —según la prensa de su país, Haakon ha sido un pilar fundamental para su mujer, quien por otro lado ha aportado confianza al heredero y le ha ayudado a ser más cercano—.

"Si no estuviera designado para llegar a ser rey, hubiera querido ser encargado de una tienda", afirmó en su adolescencia Haakon, que a principios de la década de los noventa mantuvo una relación de un par de años con la pintora Cathrine Knudsen. Después de romper con ella cruzó el charco para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de California, donde disfrutó de cierto anonimato. "Estuve en Estados Unidos varios años y allí viví libremente, incluso tuve una novia de la que nadie sabía nada", ha dicho Haakon, que un poco más tarde se erigió en el primer futuro soberano europeo que anteponía el amor a la razón de Estado.